Esparta

809 61 8
                                    

LES INVITO A SEGUIRME EN TUMBLR Y FANFICTION! Búsquenme como EscritorDeFics

Éxitos!

ZOE

Llegamos a Esparta después de varias horas de viaje, casi era de noche y la guardia solo nos permitió pasar porque se trataba de Perseo. Los soldados me miraban con cierto recelo, pero Perseo se encargó de ahuyentar sus miradas con un comando de no molestarme ya que estaba bajo su protección. La ciudad era hermosa, las calles amplias y llenas de personas que todavía estaban comerciando, en algún lugar lejano se escuchaba el sonido de una flauta y unos tamboriles, una guardia de como 50 soldados desfilaba por las calles de la ciudad a paso marcial, haciendo que el piso temblara con cada una de sus pisadas y algunos niños miraban con emoción ese desfile, como si fuera la cosa más digna y su único deseo fuera ser el próximo soldado que desfilara por esas calles.

-"Perseo!" escuche una voz femenina que me retorció el estómago. Percy volvió su rostro de lo concentrado que estaba leyendo un pergamino que le había entregado uno de los guardias. Una sonrisa en su rostro que me perturbo, todo el camino había sido un silencio sepulcral, desde que salimos de nuestra última parada no había pronunciado ninguna palabra, pero ahora repentinamente sonríe como si todo hubiera sido olvidado.

-"Imea! Que gusto verte!" Perseo se adelantó e hizo una pequeña reverencia, para luego ser abordado por el abrazo de esta chica desconocida para mí pero supongo que era demasiado familiar para Perseo para no escapar de su abrazo, la sola idea cubría mi cuerpo de un calor rabioso que quería ser desatado sobre esta mujer, de aspecto joven... casi tan joven como Perseo, cabello color chocolate y ojos que a la poca luz del sol se veían como color miel.

-"No trajiste a Eneas? ya sabes las chicas preguntan mucho por el... algunas creo que han tomado más interés por Eneas mismo que por ti... y la verdad no las culpo" Perseo sonrió descaradamente mientras esta chica tomaba a Percy del brazo y yo solo estaba sentada sobre mi caballo completamente ignorada, la verdad quería reclamar, pero sentía que no tenía derecho ya que yo misma había dejado claro que no quería la atención de Perseo.

-"Entonces es una buena noticia no crees?" Perseo le dio una sonrisa pícara que hizo reír un poco a Imea... se veía tan casual y liviano que temía averiguar de dónde se conocían tanto estos dos. Pero no podía evitar sentirme ignorada, tenía ganas de salir de allí con mi caballo, pero eso no sería muy inteligente en una ciudad donde claramente soy extranjera.

-"Si lo que tú digas" esa chica continuaba con sus brazo alrededor del brazo de Perseo como si fuera de lo más natural y no tenía intención de soltarlo en un futuro cercano.

-"Como están las cosas por aquí?" pregunto Perseo frunciendo el ceño mientras acariciaba el caballo de Perseo, yo montaba sobre el nuevo caballo que Eneas había comprado. Era una maravilla, su paso era firme, y se notaba su predisposición a la velocidad.

-"No muy bien... hace unos días vinieron unos mensajeros persas con amenazas para toda Esparta... querían sumisión y lealtad a Persia y a su rey... ya puedes imaginarte como termino..." Perseo arrugo la frente mientras se frotaba las manos con algo de nerviosismo. No podía leer lo que pasaba por la mente de Perseo, pero seguramente no era nada bueno.

-"Casi puedo hacerme una idea..." dijo algo despreocupado.

-"Fue increíble! Ahora el pozo está lleno de Persas..." Imea se veía emocionada, a que pozo se refiere? Supongo que luego tendría tiempo de preguntarle a Perseo a qué lugar se refería Imea.

-"No esperaba menos de nuestro rey" Perseo dijo con solemnidad. Sera que podría llegar a conocer al rey Leónidas y a su esposa la reina Gorgo? Eso sería un honor...

Un héroe de otra épocaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora