El reloj en la muñeca de Hyunjin marcaba las cinco con cuarenta y cinco minutos de la mañana, por la ventana aún se veía oscuro, había niebla que lograba tapar las calles junto a algunas residencias, se veían las luces de distintos carros y autobuses comenzando a llenar las carreteras, así como las de algunos edificios de gran altura. Durante la madrugada había comenzado una nueva tormenta que se llevó la luz por horas hasta las cuatro.
Por la mente de Hwang pasaron muchos escenarios posibles sobre el paradero y condición del niño que dormía en una de las habitaciones, trágicas escenas que se quedaron en la imaginación y un que hubiera pasado si...
Esos pensamientos negativos que no lo llevaban a nada se quedaron atrás cuando decidió levantarse un poco más temprano a prepararle la comida a Jeongin para que este le diera más tarde al pequeño, había leído suficiente para saber como alimentarlo las primeras veces; hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales y suficiente agua. Repasando la lista se dió cuenta que debía ir al supermercado ese fin de semana.
— ¿Cómo durmió el hombre más hermoso del mundo?
De la segunda habitación salía Jeongin con sus cabellos revueltos y un gran suéter que lo hacía ver más pequeño, golpeaba su mejilla sin fuerza para despertarse, sonriendo ante las palabras del más alto con sus ojos medio abiertos.
— De maravilla, ¿tú dormiste bien?
Hyunjin dejó a un lado las frutas para su zumo, yendo al encuentro del azabache que se abrazó a él.
— Dormí bien, pero no tan bien como cuando estás conmigo —dijo besando con dulzura la frente del menor—. ¿Cómo está el niño?
— Está bien, pude controlar la fiebre durante la madrugada y sólo soltaba algunos quejidos, pero no se despertó en ningún momento, está muy cansado.
— Lo puedo imaginar, creo que es su primera vez durmiendo en una cama y lo está disfrutando —los ojitos de Jeongin se llenaron de lágrimas ante las palabras de su pareja, el mayor se dió cuenta y limpió con sus pulgares las gotas saladas—. No, Jeongin. No llores, cariño. Él está bien ahora, gracias a ti.
— Lo siento, pero no pude evitarlo, soy muy débil para estos temas.
— Es porque tu corazón es demasiado grande y generoso, Jeonginnie, ¿por qué no te tomas algo para el sueño antes? No creo que quieras dormir después de todo.
Jeongin sonrió besando la mejilla de Hyunjin antes de ir con él a la cocina. Al entrar sus ojos se abrieron en grande ante lo que veía, sobre la mesa habían algunos recipientes de plástico con comida, por otro lado estaban los jarrones con jugo natural; desde el umbral de la puerta podía ver las cascaras en el bote de basura.
— ¿Todo esto es para él? Quiero creer que investigaste durante la noche para hacerle algo así de grande —dijo, dirigiéndose a la mesa para ver lo que había dentro de cada envase.
— Lo hice, ahora seguro está enfermo por la lluvia, por lo que le preparé una sopa con letras y verduras en distintas formas que le parecerán atractivas, también hice zumos de distintos sabores, de alguno debe gustarle.
— Estoy seguro de que estará feliz de comer un poco de cada cosa —dejando los recipientes, sacó una taza y preparó café para él, unas cuantas tostadas y mermelada del refrigerador. Cuando no trabajaba y se levantaba temprano prefería comer cosas simples y livianas como una sola fruta y pan. Mientras masticaba su tostada y veía fijamente a una hormiga que transportaba un grano de arroz, volteó hacia Hyunjin, quien terminaba de limpiar la mesa—. ¿Tú ya desayunaste? Para acompañarte.
Hwang soltó una pequeña risa, limpiando sus manos en su delantal rojo favorito.—Quien debería acompañarte sería yo, pero no, antes de empezar me preparé algo y continué con la comida del niño.
ESTÁS LEYENDO
── we are jaune !
Randomhyun + in ⚝ el poseedor de unos pequeños ojitos llegó a la vida de hyunjin y jeongin para ganarse sus corazones y así crear un bonito color; el amarillo. ❛ el color favorito de todo lo contradictorio, o del optimismo, al igual que de los celos... es...