── we are jaune !

¡ 28 ⚝ el amor no necesita magia !

Un ambiente meramente alegre rodeaba la mesa a la hora del desayuno donde todos los niños se encontraban, la mayoría estaban felices de tener en su plato pastelitos, además de cereal y yogures. Sin embargo, en una esquina de las mesas, había un plato intacto.

Se trataba de un pequeño Felix con sus ojitos tristes que veía cada cierto tiempo a su lado, esperando la aparición de su mejor amigo saludándole con una sonrisa bonita. Pero solamente se quedaba en una ilusión.

Él sabía que había hecho mal y que no había pensado bien en las consecuencias de sus actos, pero no podían culparlo, su cerebro aún era pequeño y también era un poquito tonto, o al menos eso era lo que creía, sólo quería ayudar.

— ¡Oh, no, el tren está a punto de chocar contra la entrada del túnel! Rápido, capitán Lixie, debe ayudarlo.

Frente a él tenía a Jisung con un tenedor lleno de pastel de fresas, estaba acercándolo a su menor pero este hizo caso omiso. El mayor suspiró antes de buscar su mirada.

— ¿Por qué estás triste, Lixie?

— No es nada, hyung, sólo me duele el pulmón.

Jisung frunció el entrecejo, confundido por lo dicho por el niño, pues era prácticamente imposible que este sintiera algo como eso.

— Eso no es verdad, ¿no confías en mí? Puedes decirme cualquier cosa.

El castañito se quitó sus anteojos, dejando a vista del mayor sus ojos lagrimosos junto a un mohín que temblaba. Felix estaba triste.

— ¡Hyung, Lixie sí es un tonto!

De pronto, el llanto del pequeño se dejó escuchar por los demás, y Jisung tuvo que llevárselo de ahí para que no se sintiera presionado, lo llevó al salón de juegos que estaba vacío a excepción de otros cuidadores que limpiaban el lugar, entonces ambos se sentaron en unas sillas que estaban cerca.

El mayor se quedó a su lado en lo que su llanto cesaba, porque sabía que Felix no hablaría hasta que sacara todo, se mantuvo cerca peinando su cabello y pasando sus manos por su espalda, hasta que lo último que escuchó fueron los hipidos y su nariz absorbiendo mocos.

— Toma un pañuelo.

— Gracias —tomando el trapo rojo, se limpió la nariz y después se lo entregó, tomando aire para calmarse.

— Felixie, ¿por qué dices que eres tonto? Eres muy inteligente y sabes muchas cosas.

— No, Jisung-hyung, eso no es verdad, porque si fuera así yo hubiera sabido que Hwang Woni se enojaría conmigo y también que lo iba a lastimar, nunca lastimaría a mi mejor amigo. No soy malo, pero lo hice.

— A veces las personas cometen errores por no saber, pero eso los hace humanos, Lixie, de esa forma aprenden muchas cosas como escuchar, pero quiero saber la razón del porqué querías escapar.

— Ayer que salía de ver a mi doctor, escuché que Woni iba a ser adoptado por unas personas, yo no quería eso.

— ¿No querías?

Felix negó fuertemente.— Hwang Woni ya tiene dos papitos que lo quieren muchísimo, lo están esperando, y habían personas que se lo querían llevar, ¡no podía dejarlo! Entonces hice un plan v, llevarlo yo mismo con ellos.

— ¿Cómo ibas a hacer eso tú solito?

— Ay, hyung, muy fácil. Primero iba a salir de aquí, después iríamos al parque y luego iríamos a su casa, dijo que era un edificio grande y yo sé cómo es un edificio. A veces soy inteligente, hyung.