El invierno estaba comenzando lentamente, siguiendo sus pasos estaba el fin del ciclo escolar para el Jardín Jaune y sus pequeños estudiantes.
A algunos niños la noticia los tenía impacientes, felices, podrían dormir por mucho más tiempo, mientras que otros tenían en mente el triste pensamiento de que no verían más a sus amigos para jugar, o que no tendrían más deliciosas meriendas porque no estarían asistiendo a clases. Era entendible porque algunos se separaron en definitiva para estudiar en otras partes de la ciudad o se mudarían, la probabilidad de encontrarse existía, pero no para todos.
La extraña mezcla de emociones tenía confundido a Woni, se dedicaba a ver y a escuchar. Después del receso se mantuvieron en su mesita para continuar con sus últimas actividades, portando una gabacha de un amarillo intenso para no ensuciarse, hablando de lo que harían en esas vacaciones y fin de ciclo.
— Mi papi dice que iremos a mi playa favorita para ver los ataradeceres —contaba alegre la pequeña Chaeryeong lo que haría en esas vacaciones, usando el papel maché en sus manos para hacer mojitos.
— Mi mamá dijo que puedo levantarme más tarde, ¡también iré a pescar con mi tío Lino! —respondió también Riki, con un ojo pegado en la frente. Decía que era un cíclope.
— Uhh, yo iré con mi abuelo porque dijo que tenía una sorpresa para mí —comentó la otra niña emocionada, volteando hacia el azabache que veía con atención su manualidad—. ¿Tú que harás, Jungwonie?
El nombre lo pensó unos segundos antes de alzar los hombros.— No sé.
— ¿Cómo no sabes? Todos vamos a salir.
— Yo no sé si saldré.
— Eso es triste, si quieres yo te llevo para ver la sorpresa juntos —Woni observó a su amiga y le sonrió, aún así negó, Yiren hizo un mohín antes de continuar con su trabajo—. Tú pierdes.
— No importa, me gusta estar en mi casa —respondió simple, terminando de poner los últimos detalles de su manualidad.
Woni aún no entendía muchas cosas porque estaba aprendiendo, pero según las palabras de su abuelo, con cada día que pasara aprendería más y más. Con ese pensamiento cambió su mueca a una satisfecha al observar su marioneta.
La actividad de esa mañana trataba de hacer una marioneta; unos niños habían llevado paletas de madera usando el agarre para el cuerpo, pegando lana en la punta, otros usaban calcetines más grandes que sus manos. Los ojitos movibles estaban pegados de una forma extraña y el cabello tenía diferentes formas, colores, accesorios, hasta habían algunos sin pelo.
La maestra encargada de la actividad llamó la atención de todos con un aplauso.— Muy bien, mis niños, veo que todos están haciendo un trabajo increíble, me gustan mucho sus marionetas, así que le daremos una pausa para que el pegamento se haga resistente —pasando al medio del salón, mostró una pequeña guitarra—. ¿Qué les parece cantar una canción?
Todos los niños comenzaron a aplaudir y gritar para demostrar su emoción, logrando que la maestra riera por la respuesta, pero antes de continuar hizo una pausa, sacando de su mandil personalizado un dibujo de una lechuza, era la señal del silencio. El salón se quedó enmudeció por completo.
— Tengo que contarles algo y estoy segura de que estarán muy felices de participar. Como saben, en unas semanas se terminará el jardín para ustedes, vendrán las vacaciones, ¿están impacientes por dormir hasta más tarde, verdad? —como esperaba, todos asintieron— Que dormilones son. Bueno, para despedirlos pensé en una presentación, ¿les gusta cantar?
Los ojos de los niños comenzaron a brillar, cada uno prestando atención a la tan conocida melodía que comenzaba a sonar. Algunos niños soltaron un chillido al reconocer la canción, Jungwon estaba en su asiento moviendo la cabeza de un lado hacia otro, admirando la voz de la maestra a la que llamaban Nana, al menor le gustaba cantar en el jardín las canciones que ella interpretaba para aligerar el momento y entretenerlos, eran canciones muy bonitas y esa en especial le gustaba mucho.
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── we are jaune !
Aléatoirehyun + in ⚝ el poseedor de unos pequeños ojitos llegó a la vida de hyunjin y jeongin para ganarse sus corazones y así crear un bonito color; el amarillo. ❛ el color favorito de todo lo contradictorio, o del optimismo, al igual que de los celos... es...