Dos vidas un alma #2 ✔

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-Entonces ¿Aún no nacía mi tío Gaby? Me refiero a cuando todo eso pasó- Barbara preguntó con un toque de curiosidad.

-No, Barb, creo que nació en el año 2005 ¿No tío Da?

-Así es, para ese entonces su padre aun no nacía.

- ¿Y mamá? - Volvió a preguntar la menor.

Hice un gesto de reflexión, no sabía que decirles en ese momento, era obvio que mi Jessica ya había nacido, pero ¿Ella contará como su madre? Después de todo es su reencarnación.

Sabía que si les contaba eso iban a terminar igual de confundidos que yo, sino que peor, así que me limite a negar con la cabeza y mientras rascaba mi nuca dije:

-Su madre igual nació en el 2005.

El silencio rodeó la habitación por unos segundos hasta que Cesar decidió romperlo.

- ¿Qué pasó con ella?

- ¿Perdón? - pregunté como si no hubiera comprendido, pero sabía perfectamente de quién estaba hablando.

-Jessica - volvió a hablar - ¿Qué pasó con ella? - Dejó el peluche que tenía abrazado a un costado de su almohada- porque está claro que no se quedaron juntos, en ese caso tu estarías casado.

-Y no tenemos tía de tu parte - Barbara habló en esta ocasión.

Mi rostro se transformó en una desilusión. De nuevo los recuerdos que viví con ella me rodearon la mente. Si ellos lograrán comprender lo que yo siento por ella. Jessica era una flor, una hermosa flor que por todo lo ocurrido que vivió se llenó de plaga hasta morir.

Sabía que si contaba algo así a niños de su edad iba a ser un poco traumático, además de que iba a ser complicado para ellos entenderlo, pero traté de explicarlo lo mejor posible.

-fue complicado. Jessica y yo teníamos una gran conexión, éramos los únicos en los que podíamos confiar. Todos esos meses que pasé a su lado eran los mejores. A veces como todos teníamos discusiones, pero lo arreglábamos rápido, después de todo era la única persona con la que ella contaba y no pensaba dejarla sola, siempre iba a estar de su lado - Incluso cuando la muerte también la acompañaba- jamás la iba a dejar.

-No comprendo que fue lo que pasó entonces - Barbara negaba con la cabeza, su pequeño cerebro aún seguía confundido.

-Entendemos que ella era importante para ti - Cesar volvió a tomar su peluche.

-Demasiado diría yo - ella con los mismos ojos de su madre me miró fijamente - era el amor de tu vida.

Y el único.

- ¿Que...- Cesar pareció volver a reformular la pregunta- No..., mejor dicho ¿Cómo fue que ella te rompió?

Su pregunta me sorprendió bastante. ¿Qué cómo fue que me rompió? Vaya que estos niños eran maduros.

- ¿Cómo lo hizo como para que te lo hayas callado todos estos años y apenas hoy lo estés sacando? - Él resaltó el "Hoy".

- ¿Qué como fue? - mi voz sonó tan baja de temor y tristeza que apenas se logró escuchar en la habitación.

Cesar asintió.

-Sácalo tío- se levantó de la cama para ir conmigo a darme un abrazo- saca todo lo que tengas que sacar que aquí nadie te va a juzgar.

-Somos una familia - dijo Barbara también abrazándome- y no solamente tú y mis papás nos cuidan..., también nosotros lo haremos.

No supe en qué momento sentí que una lagrima resbalaba por mi mejilla.

Acaso estaba... ¿Llorando?