Beelzebud (anónimo)

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Sexo Anónimo

Beelzebub no amaba a nadie pero como cualquier hombre ya sea humano o dios tenía sus necesidades.

Esa noche descendió al mundo humano, hace tiempo que no habia saciado sus deseos carnales y le apetecía poseer a alguna humana ingenua, ingresó a un club nocturno dónde sabía que podía encontrar lo que quería fácilmente, entre la oscuridad en los rincones y las luces destellantes como un cazador se encontraba eligiendo a su presa, encontrando fácilmente a una mujer solitaria en la barra del bar, una presa perfecta, se sentó a su lado y pidió un trago no inicio conversación, el solo venía a follar no le interesaba en lo más mínimo hacer algo tan tonto como conocer a su aventura del momento y además no lo necesitaba pues sabía que los humanos eran atraídos fácilmente a seres superiores como dioses o demonios, cuando la mujer volteo a mirarlo ya sabía que está noche obtendría lo que quería.

Se colaron fácilmente en uno de los baños, la mujer completamente hechizada estaba mordisqueando su cuello mientras acariciaba su duro pecho, el mismo tenía una mano debajo de su falda acariciando su centro sobre la ropa interior que empezaba a humedecerse rápidamente, la mujer empezaba a gemir tanto por el toque como por no tener nada aún en su coño vacío.

–Ah… aaahh p-por favor, te quiero– dijo la mujer mientras lamia el cuello.

-Mmm... ¿Que quieres? ¿Mis dedos?~ dijo mientras apartaba la ropa interior e introducía dos dedos y los movía lentamente adentro y afuera abrindolos como tijeras un par de veces.

No negaba que justo en ese momento quería era enterrarse lo más profundo que pudiera dentro de ese ansioso coño que apretaba y succionaba sus dedos pero no lo haría hasta que la tuviera llorando y suplicando por su polla, asi que comenzo a mover sus dedos más rápido y con el pulgar acariciar su clítoris, la tomo del cabello para levantar su rostro he iniciar un acalorado beso, su lengua un poco más larga de lo normal invadió la cavidad bucal de la mujer y empezó a explorar, lejos de sentirse disgustada por el apéndice extrañamente largó respondió el beso con emoción y empezó a imaginar esa lengua explorando otra parte de su cuerpo, gimió en el beso cuando aquel hombre introdujo otro dedo dentro suyo y comenzó a simular lentas estocadas, sus dedos eran más largos y gruesos que los suyos llegando a lugares a los que ella no podía llegar sola.

Beelzebub termino el beso no sin antes morder suavemente el labio de la mujer, la cual soltó un pequeño suspiro ante tal acción tan sensual .

-Dime ¿Que es lo que deseas? Si me súplicas tal vez te lo de -aceleró el ritmo de sus dedos que ya estaban empapados de la humedad de la mujer provocando un pequeño sonido de chapoteo cada vez que entraban y salían del cálido coño, mientras se acercaba más y empezaba a frotar su entrepierna en el muslo de la mujer, se podía notar lo duro y grande que estaba y eso la volvía loca .

–¡Oh dios! P-por favor… ah… quiero tu polla dentro de mi– grito casi al borde del éxtasis.

-Mmm… tan exigente, tal vez debería irme dejarte húmeda y con el coño vacío suplicando que lo llenen.

–¡No! No… te lo suplico… no me dejes así, por favor… lléname…

~Ya que lo pides así…– dijo mientras comenzaba a bajarse los pantalones y ropa interior, la mujer sintió algo cálido y palpitante chocando con su muslo, no podía verlo pero podía sentir que era grande y muy caliente.

Beelzebub la tomo de las caderas y empezó a frotar su erección contra su coño, la mujer abrió más las piernas para darle más acceso a su centro,el la tomo de los glúteos y la levanto para que envolviera sus piernas al rededor de su cintura, lo que no esperaba era que aquel hombre la penetrara de golpe enterrandose hasta la empuñadura haciendo que ella soltará un grito silencioso tanto de dolor como se placer, sin perder tiempo comenzó a establecer un ritmo brutal llendo tan fuerte y profundo como podía, no le interesaba ser complaciente con la humana, el solo buscaba su propio placer, aún así la muejer nunca se
había sentido tan llena y después de pasar algunos minutos de doloroso placer finalmente se adapto al ritmo de las embestidas comenzando a mover sus caderas a su ritmo.

–Ah… estás tan profundo– dijo mientras lo apretaba un poco más con sus piernas haciendo que fuera más dentro de ella.

Por su parte, de Beelzebud solo se escuchaba algunos jadeos y gruñidos, un momento después pudo sentir como la polla dentro de ella llegaba a tocar un punto muy sensible dentro de ella lo que hizo que soltará un sonoro gemido y apretaba su coño alrededor de la gruesa polla que lejos de ir más lento aumento su velocidad.

Mientras, aunque no lo pareciera, Beelzebub se estaba conteniendo mucho, después de todo los humanos son frágiles y no quería romper su juguete del momento antes de que el terminara de jugar con el, se aseguró de ir lo más rápido y profundo que pudiera sin lastimarla mucho, casi lo pierde cuando sintió como apretaba aún más su polla cuando toco un punto especialmente profundo, se aseguró de que ahora lo tocará con cada estocada, disfrutando del cálido agujero que lo apretaba y succionaba cada vez con más vigor, después de unos minutos aquella humana soltó un largo y ruidoso gemido mientras el sentía como se corría sobre su polla y su coño temblaba y de apretaba aún más, aún así el siguio empujando duro y rápido sobreestimulando a la mujer en sus brazos que no dejaba de estremecerse.

–¡E-espera! Ah… es demaaah...siado, detente por favor– dijo mientras sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas.

El placer era tanto estaba tan sobreestimulanda que sentía que podía correrse en cualquier momento pero el ritmo de aquel desconocido era implacable, de hecho sus súplicas parecían excitarlo más ya que fue aún más rápido y duro, apoyo su espalda contra la pared del baño y levantó sus piernas para que quedarán encima de sus hombros, la nueva posición le permitió ir aún más profundo y desató en ella otro poderoso orgasmo.

Una risa oscura comenzó a resonar por el lugar.

–Pero querías esto ¿No? Tu misma me suplicaste, querías que te jodiera– no obtuvo respuesta la humana se encontraba con los
ojos vidriosos y con algunas lágrimas, podía ver cómo se deslizaba por la comisura de su boca un pequeño hilo de saliva, de vez en cuando soltaba pequeños jadeos, lambio las lágrimas y sin importarle aceleró el ritmo obteniendo ahora un jadeo aún más fuerte.

Parecia que no la rompió por ahora, no importaba estaba cerca podía sentirlo, empezó a mordisquear el cuello de la mujer mientras sus caderas se movían rápido pero desordenadamente desesperado por alcanzar su orgasmo, podía sentir nuevamente a la
mujer apretándose a su alrededor y enterrando sus uñas en su espalda, al borde saco su polla de su coño y se corrió encima de ella ahogando cualquier gemido mordiendo su cuello, llegando al punto de sacar un poco de sangre, gruesas cuerdas de semen se derramaron por todo su pecho mientras ambos se estremecían por el orgasmo.

Una vez que Beelzebub bajo de lo alto se separó de la humana, subió sus pantalones y se fue rápidamente, su deseo ya estaba satisfecho no le importaba lo que pasara con ella.

Noches con los Dioses (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora