VI - Un pequeño cambio

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Severus estaba más que furioso; una sola visita, una maldita visita y los muy malditos habían tirado a la mierda todo el trabajo que él junto a sus compañeros habían realizado en Harry, no estaba peor que cuando había ingresado a la prisión, pero casi que se podría balancear la ecuación si se medía bien.

Caminaron todos juntos por los largos pasillo de la prisión, subiendo poco a poco de modulo en modulo; los prisioneros que estaban rondando por los pasillos se alejaban en seguida al ver al grupo de peligrosos Mortífagos caminando como si su vida dependiera de ellos. Tal vez la suya no, pero la de Harry seguro que sí.

Los guardias los miraban sin decirles nada, pues sabían que estando fuera de sus celdas, tenían las de perder, más cuando se daban cuenta que estaban primero de todo apurados y luego, de muy mal genio.

Cuando pisaron el modulo siete, no pararon de caminar hasta que estuvieron todos dentro de la celda de Severus, donde aún quedaba algo de agua en un rincón. No estaba limpia del todo, pero a nada, cualquier cosa era buena; acostaron a Harry en el piso y le dieron un poco de agua del jarrón donde estaba esta, ya que al estar por un proceso de limpieza de sangre, lo primordial era tenerlo hidratado. Una vez que lo hidrataron un poco, todos se sentaron al rededor del joven, sin poder hacer algo, pues todos sabían que a pesar de que ese tipo de repudio no era ilegal, era peor que recibir un cruciatus, la cual si era ilegal. 'Que estupidez', pensó Severus en su mente, para luego dirigir su mirada al cuerpo del joven que estaba gimiendo en sueños del dolor que le recorría todo el cuerpo.

Ninguno sabia cuanto tiempo habían estado mirando el cuerpo del Joven Harry, pues no les quedaba de otra que llamarlo así, ya que el joven ya no era "Nadie", había sido repudiado, no tenía apellido, y si no era tomado bajo la tutela de alguien lo antes posible estaría muerto cuando finalizara la semana.

Las horas pasaron y los prisioneros afuera de la celda de Harry y Severus habían aumentado, incluso los de bajo rango, quienes al principio le había parecido gracioso ver que los padres del más chico estaban vivos, pero cuando vieron, pues todos habían presenciado la escena de repudio, lo que los Potter le habían hecho a su propia sangre, algo dentro de ellos se removió con odio hacia los mayores, pues tal vez odiaran a Potter con todo su ser, corrección Harry, pero eso no quitaba que sintieran un poco de simpatía por lo que estaba ocurriendo.

Los guardias eran otra cosa, no entendían mucho lo que estaba ocurriendo, dado que había habido un cambio de turno, y ellos acababan de entrar, pero sabían que tenía que ver con Potter, ya que, de otra manera, al entrar al módulo siete no se hubieran encontrado con que los más de 140 prisioneros estaban frente a la celda de Harry. Si el jefe de Guardias con su séquito hubiese estado en ese momento, tal vez estarían golpeando sus garrotes en los barrotes y demandando que entrasen a sus celdas de una buena vez. A pesar de las creencias populares que adornaban Azkaban, los guardias no estaban separados en grupos para que los otros pudiesen descansar, sino más bien por las distintas formas que tenían de tratar a los prisioneros. Los guardias se acercaron hacia la celda de Harry, donde pudieron ver que este estaba en el suelo inconsciente y todos los Mortífagos se encontraban alrededor de su celda, viendo lo que las acciones de unos desgraciados hambrientos de poder habían provocado.

Los de bajo rango se sintieron identificados, al igual que todo el resto, pudieron simpatizar con lo que había pasado recientemente con Harry, ya que era un claro ejemplo de lo que eran ellos para lo sociedad mágica. No eran nada más que basuras, mugre que a los ojos de cualquiera pertenecían a la oscuridad, a la cárcel, pertenecían a pudrirse en Azkaban el resto de sus vidas, sin dinero, sin títulos, sin voz ni votos, sin familias, sin sus hijos; no les quedaba nada, solamente confiar entre ellos para sobrevivir lo máximo que pudieran a esa prisión.

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Meilė AzkabaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora