Los hombres somos prácticos por naturaleza. Nunca he conocido a nadie que no sea tan franco como ya lo hubiera podido ser desde siempre. Y aunque no lo parezca, somos seres simples.
Tenemos hambre; comemos. Estamos tristes; ¿porque?, Nos gusta alguien; nos gusta. Punto. Queremos tener sexo, tengámoslo. Como ya dije, somos fáciles , y no; no es una guerra entre hombres y mujeres. solo que nosotros al menos si sabemos que queremos comer un día cualquiera. Y en especial en qué lugares definitivamente no queremos estar.—No puedo creer que vayamos a ir a una despedida de soltero, que puto divertido—James se frota las manos con poco entusiasmo haciéndome reír.
—Ni siquiera será una despedida normal. Quieren ir a un casino a jugar y beber tragos.
—Si que ese Maximo no es lo máximo. Podríamos haberle ayudado y apartar un lugar en el mejor burdel de Seattle—Peter suspira—Como sea, espero con ansias llegar a dormir. Muero de sueño.
Brent le da un golpe en la nuca—Como eres marica.
Los cuatro soltamos risas. La habitación de la cabaña que rentaron Lizzie y Maximo está dividida en cinco recámaras. Tuve que invitar a más chicos gracias a que no podía ser el único hombre presente en un día tan especial; según cito Lizzie. Y ponerle la contra no es mi especialidad, no quiero volverla a escuchar amenazarme por cómo no hago bien lo único de lo mucho que me pidió que hiciera.
Ya han pasado tres semanas del entierro de mi abuela. Y tres semanas de haber visto a Angie por última vez. Mi relación con Emma está más que bien y pensar en que tengo que enfocarme en ella me hace no arrepentirme de no haber corrido detrás de Ang. Después de todo ella también ha decidido estar con Pablo trajes bonitos. Ahora es como lo supuse desde un inicio, cada uno por su lado.—Seguro la despedida de las chicas será más divertida. Traten de imaginarla siquiera.
—Brent dice mientras se peina el cabello.—Stripers, pasteles de penes, lencería, popotes de penes. Bailes sensuales, alcohol y más penes. Penes, penes y más penes por doquier—James nos señala. —Claro, sin decir que seguro harán karaoke.
—Seguro con un micrófono en forma de pene también—digo asiéndolos asentir—En alguna parte podremos encontrar algo divertido que hacer.
Peter chista recargándose en el marco de la puerta ya con el traje puesto.
—A parte de beber tragos caros, no lo creo.Las pisadas de la planta de abajo nos llaman y vemos enseguida a Maximo entrar con una sonrisa en la cara. Casi olvido que es chico positivismo.
Al vernos asiente para si mientras James le da una palmada en el hombro para decirle que si ya está listo para irnos.—Todo listo, las chicas saldrán junto con nosotros y después se irán por su lado—dice y entonces le pide a James ayuda para algo y ambos bajan entre charla.
Me quedo quieto mientras abotono los dos botones de la camisa blanca. Mi traje está tan Perfecto que vuelve a mi mente los comentarios en donde no parece que vayamos a ir a ponernos ebrios como lo esperábamos. Por lo menos, no a algún club.
Brent baja después y le sigo dejando a Peter en medio de una llamada que se roba parte de la atención. Había olvidado el frío que hace en Seattle y la lluvia que tanto odio en cuanto bajo hacia la sala de estar alcanzando a ver a James y Maximo charlando a las afueras de la puerta corrediza de madera. Rápido me les uno sacando un cigarrillo junto con estos quienes rápido me abren paso para unirme a ellos mientras las chicas salen de la cabaña continua entre risotadas.
—Seguro irán a algún club nudista—James gruñe haciendo que a maximo se le salga una risa.
—No lo dudo.
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La ley de los chicos rebeldes©
Jugendliteratur-¿Hubieras preferido que todo fuera diferente? -Aunque lo quisiera, nada puede ser diferente ahora. Juegos, secretos, promesas y leyes que deben respetarse aún dentro de muchas personas que nunca lo hicieron. Todo es diversión hasta que nunca lo f...