No se si funcionará. No se si estoy haciendo lo correcto o simplemente estoy ungiéndome a mi mismo como suelo hacerlo siempre. Solo sé que esta vez quiero hacer todo a mi manera, quiero pensar que estar dispuesto a ir a buscar lo que realmente quiero podría ayudarme a casi la mitad de todos mis problemas.
Cuando era niño solía aferrarme tanto a las cosas y no lo soltaba sin tener un porqué antes. Por primera vez quisiera ser ese niño, quiero aferrarme tanto que por una sola vez pueda obtener lo que realmente quiero por mi mismo. Porque sé que puedo hacerlo, puedo esforzarme más y puedo dejar de ser Darcy él que se marcha de la casa del señor Collins sin explicarse de los verdaderos motivos de su inexplicable e hiriente forma de ser y de sus sentimientos tan abruptos hacia Elizabet como errados por un orgullo devastador, amargo y sin sentido.
Por primera vez estoy dispuesto a romper con todo este desmadre para guiarme por mi mismo, debo ir a Seattle cuanto antes y mostrarle que estoy dispuesto a lo que sea que tenga que pasar con nosotros. A charlar por horas detrás de una pantalla, que me platiqué sus vivencias de niña mientras comemos helado, y que aunque peleemos siempre lo arreglaros volviendo. Porque las almas que están destinadas las unas a las otras es lo que hacen. No importa la distancia, la tempestad, el tiempo, o la ruina. Siempre vuelven.Saco la maleta de la puerta del departamento tomando las llaves es antes de salir. Mía me ha dicho dónde estaría quedándose Angie y adivino que lo ha sabido por Brent, porque creo que ninguna de las chicas parece hablarle después de todo el alboroto que hubo en el baile. Quiero pensar que Angie puedo habérselo mencionado antes de irse, pero lo dudo enseguida en cuanto la idea me cruza por la mente.
Estoy ansioso; lo noto por cómo siento el hueco en el estómago al bajar al edificio. Saludo a Samantha de la puerta antes de salir para pedir el taxi directo al aeropuerto. Mi padre se ha disculpado por no poderme llevar, pero lejos de importarme me hizo sentir un peso menos con la idea de su presencia por unos largos y eternos diez minutos.
Miro el Rolex sobre mi muñeca en espera de los cinco minutos pertinentes al tiempo de llegada mientras saco un cigarrillo matutino para los nervios. No podré fumar durante casi tres horas por el vuelo, así que no lo veo como una mala opción.
Apenas doy unas dos caladas cuando entrecierro los ojos viendo la figura que viene a paso veloz hasta donde estoy.
Me tensó enseguida viendo a Brent con el cabello desalineado, los ojos hinchados y la respiración al borde llegar enseguida frente a mi.
¿Que puta madre es esto?—No puedes irte—me apunta una vez frente a mi pero le ignoro—Hablo en serio Evan, escúchame...
—Ya déjate de tonterías, no voy a caer esta vez en tu juego Brent—saco el humo al aire frío mezclándose.
Me giro pare verlo sin ganas—Debí saber que Mia iba a abrir la boca tratándose de ti.No lo niega pero tampoco lo acepta.
—No puedes irte a Seattle.—Tu no vas a decir que chingados puedo hacer y que no. Está decidido, voy a irme y dentro de unas horas Angie sabrá toda la verdad—digo aunque una parte de mi niega hacerlo. Porque tal vez esté mintiéndome.
El taxi llega y no pierdo tiempo de seguir hablando tomando mi maleta. La arrastró sobre el pavimento todavía escuchándolo llamarme casi a gritos haciendo que el taxista me vea extrañado. Yo ni siquiera me inmuto subiendo la maleta a la parte trasera del auto amarillo. Le agradezco al chofer abriendo la puerta para montarme y largarme pero un empujón me hace perder el equilibro.
—¡¿Que diablos te ocurre?! Ya dije que no volveré a confiar en ti, ahora lárgate a jugar a la puta casita.
—¡Cierra el hocico de una puta vez! No puedes largarte así como así—esta agitado y comienzo a enfadarme. Las ojeras debajo de sus ojos me hacen saber que ahora somos dos los que no hemos podido dormir del todo bien. Pero entonces habla:
—Lo sabe.
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La ley de los chicos rebeldes©
Teen Fiction-¿Hubieras preferido que todo fuera diferente? -Aunque lo quisiera, nada puede ser diferente ahora. Juegos, secretos, promesas y leyes que deben respetarse aún dentro de muchas personas que nunca lo hicieron. Todo es diversión hasta que nunca lo f...