-CAPÍTULO 52- (PARTE I)

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EVELYN PHILLIPS

Me siento... exactamente igual a como salí de aquel cine aquella noche, el dia en que Chris me buscó solo para decirme cosas feas y desecharme: asustada, triste, decepcionada. Y también veo la ciudad de la misma manera en la que la vi en esa ocasión: solitaria, oscura y maloliente, llena de humo que sale de las sucias alcantarillas y de personas que no buscan hacer nada bueno en un escenario asi y a altas horas de la noche.

Creí que nunca volvería a tener esta perspectiva de la ciudad de Nueva York otra vez, pero me equivoqué. Crei que podría ayudarme a mi misma a olvidar a Leon de una manera incorrecta y nada usual en mi, y me equivoqué. Esta noche ha sido de puras equivocaciones para mi, de riesgos y de mucho dolor. Y recostada aquí, en el asiento trasero del auto de Vanessa, con una pomada en mi ojo morado y una venda en la pierna, me pregunto si lo que estoy a punto de hacer, de saber... podría llegar a ser otra equivocación más que agregar a la lista, o no.

No sé si será buena idea aparecerme por su casa a estas horas; ni siquiera sé si estará en su casa ya que llamamos por teléfono y nadie nos contestó. No me sorprendería, es viernes en la noche, casi la mitad de Nueva York está fuera de su casa este dia por las noches. O puede que ya está dormido y voy a ir a despertarlo con una absurda tontería mia. Tampoco sé si le agradará verme en este estado: ebria (casi rayando en la sobriedad pero igual sin saber si estoy en el planeta Tierra o en Saturno), lastimada tanto física cómo emocionalmente y con parte de la ropa desgarrada.

La verdad es que justo ahora soy un completo desastre; parezco una pordiosera; nada que ver a como había entrado a ese bar, sintiéndome hermosa, inalcanzable y seductora. Ni siquiera mi estado de ánimo es el mismo con el que entré a ese lugar... ahora está por los suelos, y siento que cualquiera puede pisotearlo...

Talvez se levante mi ánimo una vez llegue a su casa y escuche lo que necesito que me diga. O talvez no. Talvez me haga sentir peor, talvez no comprenda la gravedad de las cosas, la delicadeza de éstas, su importancia... en como esas cosas influyeron en su vida. O por otro lado, puede que si, y sepa por fin que decisión tomar. Solo sabré cuál de esas dos cosas pasará si me atrevo, me acerco a su puerta, la toco, y pregunto todo lo que necesito saber, todo lo que necesito conocer para por fin entenderlo todo...

Atraje mis rodillas hacia mi estómago y me cubrí mejor con la sábana que Vanessa me había puesto, poniéndome en posición fetal. Acaricié mi brazo izquierdo y perdí mi mirada en el suelo del auto, sintiendo como éste se mueve delicadamente hacia adelante. Con cada movimiento que siento del auto, mi cuerpo tiembla cada vez más y mi temperatura desciende. Me pongo muy nerviosa al reconocer que podríamos estar solo a unos cuántos giros de los neumáticos del auto para llegar a su casa, bajarme y enfrentar la verdad. Una verdad que no estoy segura de cómo voy a asimilar y comprender.

Levanté mi cabeza y mire la espalda de Vanessa. Sin soltar el volante, mantiene su mirada en el camino. Estoy segura de que ella también está nerviosa aunque no lo da a demostrar, y piensa exactamente lo mismo que yo por lo que está a punto de escuchar. Temo que ésto que estoy a punto de averiguar le afecte a ella también, con memorias desagradables que estoy segura que no quiere recordar pero que esta noche, a fuerza, lo hará.

Elevé un poco mis cejas, sin dejar de verla. No creo que pueda convencerla de que se vaya a casa y me deje sola con él. Cuando estaba curando mi herida en el estacionamiento de ese asqueroso motel, se comportó mucho mas sobreprotectora de lo normal y la comprendo. Con todo lo que acaba de pasar no creo que quiera dejarme hacer algunas cosas sola en un muy bien tiempo y mucho menos ésta.

Suspiré con suavidad para que ella no alcanzara a escucharme y desvié mis ojos de nuevo al suelo del auto.
Rondan muchas cosas en mi cabeza ahora pero ya no quiero seguir pensando nada más, no vaya a ser que algún pensamiento me retracte de lo que voy a hacer. Solo queda esperar, y ver que pasa.

~AMOR PROHIBIDO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora