Capítulo 21

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Capítulo 21

NA: El plan inicial había sido actualizar una vez a la semana, pero me volví a atrasar, me cambiaron el horario de trabajo y ahora trabajo más días y más horas y apenas me da chance de escribir en el bus, además de que tengo que editar, y digo apenas porque voy tan cansada que tengo que releer como cinco veces una oración para entenderme. Seguiré actualizando, pero puede que me atrase de una semana a dos.

NA2: Tom Walker - Leave a light on. Escuchen esa canción, es parte de mi inspiración para la historia.
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Dos días después de poner a descansar el espíritu de su amigo, Sam seguía pensando en los folletos que le había dado el director del centro de rehabilitación.

Los había leído una y otra vez antes de echarlos en la caja que terminaría reducida a cenizas. El plan de rehabilitación sonaba bueno, de hecho mucho mejor que tratar de dejar las drogas por si mismo. Todo pintaba prometedor, pero ese centro al igual que cualquier otra institución del país tenían un fallo y era que ningún lugar tendría a su hermano en la nómina, y sin Dean no cree que pueda salir adelante.

Además, tendría que someterse a los toques de extraños y por el momento solo podía soportar ser tocado por su hermano y brevemente por Bobby.

Quizás para cualquier persona normal un centro de rehabilitación era la mejor opción, pero Sam no era alguien normal y Dean era su mejor apoyo.

Ya habían pasado casi dos meses desde su última dosis y los síntomas ya no eran tan fuertes, pero sin embargo la añoranza seguía allí, esperando el mínimo descuido para tomar control de sus acciones. Esperando la caída.

Un rápido vistazo al pasado le mostró que gracias a las drogas había perdido a su mejor amigo, había destruido la confianza de su hermano y tratado de la peor manera a quien siempre había sido como su padre. También, había terminado en la casa de un distribuidor donde había empezado el infierno que le seguiría de por vida.

Viéndolo desde ese enfoque las drogas era algo que tenía que sacar de su vida antes de que acabase con los pocos pilares que le quedaban.

También notó que la muerte era algo que ya no rondaba su cabeza con tanta frecuencia, ya al despertar no quería dejar de existir. Quizás fuesen los medicamentos, o la plática que había tenido con Stephen, quizás era la presencia de su hermano. Fuese lo que fuese le estaba ayudando a ver la vida con un lente más tolerable.

Aunque siempre existía el temor de recaer, de estar viviendo un momento pausado para volver a meterse en ese agujero negro donde lo más doloroso era ser incapaz de sentir algo.

-¿Qué haces, Sammy? -comentó Dean al entrar en la habitación que había sido la de Sam y encontrarle sentado en una esquina.

Sam sonrió con cariño hacia su hermano, era como si Dean tuviese un radar para la tristeza y pensamientos agobiantes, ya que, siempre aparecía en el momento oportuno.

-Pensando -comentó, estirando sus piernas de como estaba sentado estilo indio.

-Algún día te dolerá ese gran cerebro tuyo por tanto pensar -Dean tomó la respuesta de Sam como una aceptación a entrar y sentarse a su lado-. ¿Qué piensas?

-Estaba pensando en irme. Tranquilo que dije estaba, ya no -agregó al ver el terror mismo en la mirada de su hermano.

-¿A dónde? -dijo una vez que sintió que no le fallaría la voz.

-Cuando fui a recoger las cosas de Stephen el director no tuvo que echar un segundo vistazo para saber que soy un drogadicto. Me ofreció unos cuantos folletos y pues lo estuve revisando -Sam se sorprendió por primera vez en mucho tiempo al darse cuenta que le estaba hablando a su hermano con la verdad. Se sentía bien volver a ser la sombra de su antigua persona.

Dear AgonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora