Descanso

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Comienza otro día, un día que sé que será igual al anterior y al anterior. Nada cambia en mi vida que hace tanto cayó en la rutina.

Apago el despertador y voy directo a tomar una ducha, me visto lo mejor que puedo, doy una rápida mirada al espejo y tomando mi mochila salgo rumbo al transporte público que me llevará a ese trabajo que tanto detesto.

No importa lo mucho que me haya esforzado para llegar a donde estoy, a fin de cuentas no tengo nada de lo que alguna vez imaginé que tendría y mucho menos no consigo hacer que la persona que me trajo a este mundo se sienta orgullosa de mí. Nunca es suficiente.

Ya me cansé de este camino que tomo a diario, ya me cansé de viajar en un vagón lleno de gente bien vestida para trabajar, ya me cansé de ganar una miseria, ya me cansé de esta empresa, ya me cansé de mis compañeros de trabajo.

Al fin el día llega a su fin, sin mucho ánimo tomo el camino de vuelta a casa. Aviso mi llegada como de costumbre, pero esta vez nadie responde mi llamado lo cual me parece muy extraño por lo que doy un recorrido por la casa y al pasar cerca de la escalera alcanzo a escuchar que alguien susurra.

Subo despacio, vuelvo a anunciar mi llegada, pero nadie responde. Los susurros se hacen más claros percatándome que vienen de mi habitación por lo que sin pensarlo mucho voy directo ahí.

La escena ante mí me deja bastante confundido, mis hermanos están cabizbajos y sollozando, y uno de ellos está hablando por teléfono.

—¿Qué sucede? — pregunté.

Mi hermano que está al teléfono alza la mirada, aunque no estoy seguro de si me está mirando, no me responde y vuelve su atención a la persona del otro lado de la línea.

Sigo avanzando hasta donde está mi madre de rodillas al pie de mi cama llorando desconsolada, poso la mano sobre su hombro, pero ella no me mira, no reacciona ante mi tacto. No lo entiendo y nadie me dice qué diablos sucede.

Suelto un suspiro, bajo la mirada y miro que a mis pies hay un frasco y algunas pastillas regadas por el suelo. Como una fuerte ráfaga, un vago recuerdo de la noche anterior golpea mi cabeza, dirijo la mirada a mi cama y me quedo paralizado por completo por lo que hay entre las sábanas.

Soy yo…

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