Relatos

La misma sangre

He visto como se ha cerrado tu féretro y has bajado al interior de la tierra a un descanso sin retorno, este es el último adiós, ya no estarás más en este plano, te has ido a viajar con las estrellas fugaces junto a aquellos que esperaron por ti.

Tú eras el único que comprendía a mi pequeña familia, conocías bien las dificultades por las que atravesamos y como pudiste nos tendiste la mano sin esperar nada a cambio y aún así recibiste todo el amor y apoyo que realmente merecías, algo que para el resto de aquellos con quien compartimos la sangre no fue bien visto llenando sus almas de envidia para entonces atacarnos por la espalda y poco a poco desplazarnos hasta convertirnos en extraños. Sin embargo tú seguiste ahí, no te dejaste influenciar pues tú siempre fuiste alguien que podía ver la verdad de las cosas y conocer lo que había dentro de cada quien.

Muchas cosas pasan por mi mente ahora que los veo caer en un mar de lágrimas cuando en realidad no fueron buenos contigo ¿Cómo puede haber gente así? Ahora que te has ido les remuerde la conciencia, pero ya de nada sirve, tuvieron mucho tiempo para reflexionar y ser buenos y sin embargo prefirieron mantenerse indiferentes a lo que tuviera que ver contigo. No merecen el perdón.

Pagarán por sus malos tratos, pagarán por su indiferencia, pagarán por su envidia, pagarán por su hipocresía, pagarán por haber convertido a mi pequeña familia en extraños y por verte a ti como una molesta carga en tus últimos días. Pronto sus pútridas almas arderán en las llamas del infierno por toda la eternidad, ya lo verás.

Mi pequeña familia ha de volver a nuestro hogar pues ahora que te has ido ya no hay razón para quedarse a seguir soportando su hipocresía, el peso de sus sonrisas falsas por fin ha caído de nuestros hombros y ya no tenemos que volver a verles la cara nunca más. Pero como dije anteriormente, tienen pagar por todo, seré yo quién lo haga, entiendo que esto no es lo hubieras querido, quizá en el fondo de tu corazón los hayas perdonado, pero yo no, no soy así, y no me quedaré de brazos cruzados esperando a que el karma los castigue.

Me las he ingeniado para volver a tu casa y escabullirme al interior sin ser detectado, he conseguido que la oscuridad se adueñara de todo el lugar, las puertas han sido cerradas con llave y todo lo que pudiera hacer que haya contacto con el exterior lo he destruido, no hay manera de que huyan del destino que merecen. Ha caído el primero, sus gritos desgarradores al sentir las balas de alto calibre perforando su cuerpo han alertado a los demás, los cuales corren a ver lo que ha sucedido, sus rostros reflejan un terror indescriptible al ver la forma tan atroz en la que he dejado ese cuerpo. No pueden escapar de mí, nadie puede escucharlos pedir auxilio, son míos, los haré pagar por todo ¡La cacería ha comenzado!