The Dark Era (Parte 1)

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4 AÑOS ATRÁS...

El bar Lupin.

Un local oculto al que poca gente concurría.

Hasta podría decirse que sólo los clientes de élite llegaban a tener acceso.

Allí, bebiendo en compañía de dos colegas, uno de bajo rango y uno de servicio de inteligencia, se encontraba Dazai con un vaso de whisky con el que siempre le gustaba juguetear haciéndolo sonar con los dedos.

Sus charlas eran lo suficientemente largas y entretenidas como para estar de acuerdo en que se llevaban bastante bien para ser unos maleantes.

Sobre todo para Dazai, una persona que no creía en nada que tuviese que ver con lo sentimental; con lo humano.

Tener amigos eran cosas que el hombre común y corriente podría tener.

Pero él no podía sentir esas cosas.

Podría ser capaz de lo que haría cualquier ser humano y más. Pero era incapaz de otras, como crecer, reproducirse, sentir. No quería eso, le daba asco pensarlo.

¿No había una forma de saltarse toda esa parte?

Si. Existe una.

Por eso, había llegado a la conclusión de que se veía como un humano; hablaba como uno; actuaba como uno, pero no era digno de serlo.

Sin embargo, habían momentos (como éstos) que llegaban a querer refutar su teoría.

Pero le daba miedo.
Tanto miedo que nunca se permitía sentir nada.

Hasta que conoció a éstos dos. Ango Sakagucui y Oda Sakunosuke.
Dos personas que lograban hacerlo disfrutar de la dicha de respirar.
Algo que no sabía si era genuino, pero se permitía por primera vez sentir algo bueno. Ya sea empatia, agrado y hasta quizás amistad.

Así pasaron muchas veladas.

Fue una noche de esas en las que los tragos de whisky se le fueron de las manos. Algo que no le pasaba muy seguido.

Odiaba llegar ebrio y sentir dolores de cabeza al otro día.
Odiaba sentir dolor.
Odiaba sentir.
Pero ese día había sido muy difícil.

La misión de la que debía encargarse fue larga y agotadora.

Se trataba de una organización pequeña que intentaba controlar el tráfico de armas en cierto sector de la ciudad. Y, aunque no se comparaba su número al de la PortMafia, tenían al menos 4 usuarios de habilidades que la llevaban adelante.
Uno de ellos escupía fuego, otro podía descontrolar cualquier sistema eléctrico con un toque de dedo. Una mujer que podía teletransportarse a cualquier lugar y uno que con un golpe te quitaba la vida. Todos expertos en el uso de armas.

Aunque no pudieron ganarle a la PortMafia. Habían acabado con muchas vidas en el enfrentamiento.
El mayor número de bajas que Dazai habría marcado en su frente hasta el momento.
Tanto, que tuvo que pedirle a Mori refuerzos, a lo que éste solo mandó a uno.

Si, a Chuuya.

Dazai, en el momento que pensó en pedirle ayuda, sabía lo que iba a pasar. Pero no había otra manera.

Chuuya llega al lugar de inmediato. Y ve desde las alturas como el que escupía fuego se le acerca a Dazai por detrás y se prepara para matarlo.
Ni bien lo ve, se deja caer con toda la fuerza de la gravedad hacia él, aplastandolo y generando un cráter gigantesco al rededor.

Dazai abre los ojos con sorpresa y confusión por el impacto, y al darse la vuelta y ver como Chuuya había aplastado al que estuvo a punto de matarlo, le dirige una mirada de asco.

Bungou Stray Dogs •◇ReBoot◇•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora