Bungou Stray Dogs •◇ReBoot◇•

Jeremías 17:5

Mi nombre es Chuuya Nakahara.
Soy un miembro activo de la Agencia Armada de Detectives de la ciudad de Yokohama.

Actualmente ese es mi empleo. Pero anteriormente, he sido uno de los más importantes y fuertes ejecutivos de la Port Mafia.
Algo por lo cuál debo darle el crédito a otra persona...

Pero eso ya no importa. Hace 4 años dejé la mafia para cambiar de rumbo y encontrar una mejor razón a mi extraña existencia.

Mi pasado es extenso. Siento y creo que he vivido más infortunios que cualquier ser humano en esta tierra.

Es como si estuviese pagando el precio de todas mis vidas pasadas (si es que realmente pertenezco a alguna).

Mi vida es una incógnita.

Pero ahora, la oscuridad es mi tristeza.

No puedo asegurar que dejé la oscuridad atrás. Pero siento la luz un poco más cerca donde estoy ahora.

Como sea, ahora me encuentro en uno de los sótanos de la Port Mafia... pensé que nunca regresaría a este lugar... creí que iba a poder evitarlo por el resto de mi vida...

[Flash-back]

"Vengo a advertirte. La decisión que estas por tomar, no debe ser tomada por ti a la ligera. Créeme, tus fantasmas del pasado te lo harán recordar."

[Fin del Flash-Back]

Ranpo-san tenía razón. Ya están están aquí... mis fantasmas del pasado, advirtiendo el peligro inminente...

      -Debo salir de aquí antes que sea tard-.

El sonido de una persona bajando las escaleras interrumpe sus intenciones. Chuuya comienza a sentir el palpitar de su corazón galopando a toda velocidad pues sabía lo que venía. Y era algo más que frustrante.

      -VAYA, VAYA, VAYA... ¿Pero qué tenemos aquí?~.- canturreaba la persona que se estaba acercando.

     -No...- Dijo Chuuya por lo bajo. Con un tono exhasperado.

Su presencia imponente era algo que asustaba al principio, sobre todo porque nunca se sabía cuándo podría estar jugando con tu mente. Y eso le irritaba.

      -Deberé darle crédito a Akutagawa por esto. Esta vez se lució trayéndote de entre los muertos...-

      -¡Ash! Tenías que ser tú. - dice suspirando, intentando esconder sus nervios.

      -A pasado tiempo, Chuuya...- el tono irónico que esta persona usaba y que Chuuya jamás había olvidado seguía siendo el mismo.

      -Ja...¡Mírate nada más! Te sienta bien ser el jefe, Dazai... realmente es un honor que te hayas animado a venir a verme sin estar rodeado de todos esos escoltas que siempre andan oliéndote el trasero.-

Chuuya se reía de su propio comentario. Pero era algo típico de ellos, siempre saludandose con ironía o insultos.
Algunas cosas nunca cambian.

      -¡Por favor! ¡El placer es todo mío! ¡Estoy frente al "Rey de las Ovejas"! ¡"Amo de la gravedad"! ¡"Dios de la Destrucción"! ¿Y ahora qué? ¿El mesías? ¿El que resucitó a los tres días y nadie más volvió a ver? Realmente soy yo el afortunado. Además, ¡veo que has dejado al fin tu afición por los sombreros! Me agrada. Pero tus pies apenas llegan al suelo. Eso no ha cambiado nada, ¿Eh Chuuya~?.-