Sobre el futón yacía el presidente, cubierto hasta el cuello con una manta ligera y un trapo húmedo sobre su frente. A su lado, de rodillas, Rampo lo observaba atentamente, esperando impaciente a que despertase.
Chuuya y Akiko ingresan al cuarto del presidente sin hacer demasiado ruido. Tan solo observaron atentamente el lugar.
El cuarto no parecía estar en desorden, no había ninguna señal de un ataque furtivo, ni de que hubiese entrado algún enemigo. Entonces, ¿qué había pasado?.Yosano es la primera en acercarse Fukuzawa.
-Rampo... se que es difícil para ti, pero necesito saber si tu sabes algo.-
Como esperaba, Rampo no respondió. Simplemente se quedó inmóvil sin dejar de ver a su jefe.
-*sigh* Bien. Lo revisaré y veré qué puedo hacer.- dice ella luego de un gran suspiro desesperanzado, mientras comenzaba a descubrir el pecho de su superior.
Ni bien quita la manta y corre un poco el kimono, una especie de sello se elevó como un holograma.
-¡¿Que diablos es ésto?!- se preguntó la doctora.Chuuya lo observó de repente y abrió grande sus ojos.
-¡¿Qué carajos?!- pregunta sorprendido viendo como aquel sello hologramático parecía salir desde sus poros.
-¡Ranpo!- intenta llamar su atención, pero el azabache no contestaba. Su posición y su semblante seguía estando igual.
-¡Tsk!- chistó molesto a falta de alguna señal de inteligencia de su compañero.
-Yo-chan, ¿De qué se trata esto?--No lo sé. Jamás había visto algo así.- Dijo, no solo hablando del sello, sino también del insípido silencio del detective.
-¡Demonios Rampo! ¡Debes darnos alguna pista!- demanda el pelirrojo. Pero nada.
Chuuya resopla con enojo apretando sus puños con furia para evitar algún destrozo, solo por respeto a su superior, y luego sale del lugar decidido a encontrar una respuesta.
-¡Chuuya!- intenta llamarle Yosano, pero fue demasiado tarde, Nakahara se había ido dando un portazo como señal.
Y fue entonces cuando Edogawa sorbió su nariz y se giró a ver a la doctora. Sus ojos se veían aterrados. No recordó haberlo visto así jamás.
-Ahora todo depende de él...- dice el detective con una voz temblorosa, asustada.
Al principio, ella no lo entendió, pero luego de unos instantes, recordando todo lo que habían hablado con el pelirrojo, se dio cuenta de lo que su compañero quiso decirle.
Dos cosas eran seguras. La primera, Rampo sabía del pasado de Chuuya. La segunda, algo de esto tenía que ver con ese pasado, es decir, con Osamu Dazai.
Ahora todo estaba claro. Y Rampo no se equivocaba en preocuparse.
Si la Agencia y la Mafia otra vez estarían en discordia, los fantasmas del pasado de Chuuya no lo dejarían de atormentar hasta que pudiese hallar una solución a sus problemas.La doctora giró su vista hacia la puerta, esperando haber utilizado las palabras correctas y haber guiado a su compañero del lado correcto de su juicio.
-Chuuya...-
.
.
.Saliendo del edificio, Nakahara acariciaba su nuca con fuerza, tronando los huesos de la cervical cada tanto.
Parecía que nunca tendría descanso alguno, y el tiempo corría, debía averiguar qué ocurría con el presidente o sería demasiado tarde.
De algo estaba seguro, lo que sea que fuere, se trataba de alguna extraña habilidad. Y si Rampo no cooperaba, Kunikida sería quien debía dar las ordenes, así que prendió un cigarro esperando que apareciera en cualquier momento.
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Bungou Stray Dogs •◇ReBoot◇•
Fanfiction¿Qué hubiese pasado si el Soukoku hubiese invertido los papeles? si las cosas luego de la época oscura, hubiesen llevado a nuestro famoso dúo a lados inversos de la historia original ¿La vida de Chuuya y Dazai serían iguales? ¿Cruzarían igualmente...