Él c6

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Cuando llegamos al campamento, la hoguera ya se había apagado por la lluvia y el resto de los delincuentes ya estaban en la nave; a salvo.

Estaba empapada. Realmente podía coger un resfriado o algo más fuerte y enfermar. Aunque eso hacía escasos minutos no me importaba al estar a tres centímetros de la boca de John.

Por las hojas de los árboles dejaban caer las gotas de lluvia y en el suelo se formaban charcos de agua.

Estábamos de camino. El ojos azules por delante mía y yo unos pasos atrás. Pensaba en lo que sentía a por él. Esa sensación era nueva. Realmente no sabía identificarla, porque nunca la había sentido; así de fuerte, así de rápida. Tal vez era algo más, tal vez era eso que escribían en los libros como "amor". Pero lo dudaba, no puedes amar a alguien en tan poco tiempo. Tal vez me equivoqué.

Me detuve al escuchar un ruido lejos de nuestra ubicación. Tal vez sería algún animal, aunque a decir verdad no habíamos visto ninguno desde que aterrizamos, tal vez incluso era el aire moviendo las hojas de los árboles.

John estaba a punto de entrar al transbordador cuando me vio parada mirando al más allá con cara de preocupación. Suspiró y se acercó para preguntarme.

-¿Qué te pasa?

-He escuchado un ruido.- no lo miré porque seguía centrada en el ruido.

-No te preocupes. Vamos a entrar ya. Vas a resfriarte y no hay médicos aquí.

Lo miré de reojo y le hablé seria.

-De todas formas no me atenderían John.

Me dirigió una mirada confundida. No entendía por qué dije eso.

Pero no reproché más y entramos a la nave juntos. 

Todos estaban sentados en el suelo comiendo algo y con mantas cubriéndolos, aunque nosotros estábamos más mojados que ellos. Unos repartían cosas y otros descansaban para coger fuerzas.

Bellamy nos habló desde nuestras espaldas así que nos dimos la vuelta.

-¿Dónde estabais?

-Fuera, en los alrededores.- John contestó y Blake asintió mirándonos a los dos.

-¿Están todos aquí?- pregunté sintiendo el frío recorrer todo mi cuerpo.

-Si, todos. Nadie está fuera.-el pecoso informó.

-He escuchado un ruido fuera.- hablé haciendo que él también lo supiera.

-Será el viento golpeando las ramas. Podría ser cualquier cosa Nala. No deberías de preocuparte.-dijo Bellamy despreocupado a la vez que miraba mi muñeca- Y deberíamos de quitarte esa pulsera.

-¿Dónde están las mantas y las vendas?-preguntó John ignorando la conversación.

-Arriba.- señaló Blake las escaleras- Hay mantas, vendas y todo lo que necesitéis.

-Gracias.- finalicé la conversación.

Subimos a la planta de arriba por la escalera. Primero John y después yo, mientras que Bellamy se quedaba abajo. No había nadie. Todos estaban ayudando así que nos quedamos solos.

Cuando terminé de subir las escaleras John ya estaba de pie con una manta en las manos y con una sonrisa.

-Toma.- me extendió la prenda- Estás temblando.

Me la eché sobre los hombros mientras él cerraba la escotilla. Hacía escasas horas que conocía a John pero me sentía bien con él, tal vez no era el más bueno de todos los delincuentes pero me había demostrado que le importaba por alguna razón y me sentía a gusto con él.

Rulos//Los 100 (1º libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora