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Tiempo después...

El comienzo del nuevo año no fue muy bueno para uno de los Valdés, para ser exactos en Mariano, él y Eva duraron juntos un mes y no fue porque no se quisieran, no, fue porque Mariano se había puesto celoso por unos de los profesores que trabajaba con Eva, el tipo siempre se le acercaba a coquetearle pero Eva no lo tomaba en cuenta, los celos de Mariano fueron los que terminaron la corta relación.

A la semana de la separación Mariano llamó a Eva para que hablaran y arreglaran las cosas, pero la chica no contesto sus llamadas.

—Deja de marcar, ella no quiere hablar contigo —le dijo la morena.

—Quiero pedirle disculpas.

—Deberías ir a su departamento, pedirle disculpas y decirle que eres muy idiota —le dijo su hermana, Mariano solo la miró.

—Cuándo vayas a ver a Valentina podrías decirle que hable con ella y me conteste las llamadas.

—No, no voy a decirle a Val que haga eso  —le dijo la morena —Ve tú.

—Que mala hermana eres —le dijo Mariano quien se levantó del sillón, tomó su chaqueta —. Buenas noches —se despidió de su hermana y se fue.

Juliana ya estaba viviendo nuevamente en su apartamento, realmente lo extrañaba. Se levantó con la muleta, si, ya usaba solo una, aunque algunas veces no la necesitaba ya que se había acostumbrado bien a su pierna ortopédica. Ordenó un poco el living, luego fue a la cocina a comer algo para luego ir al balcón, tenía una hermosa vista de la ciudad, al mirar las estrellas y la luna solo pensaba en la castaña, mañana la iría a ver, primero visitaría a Mateo y luego iría al centro. Vio el reloj ya eran casi las doce, se lavo los dientes antes de acostarse, dejó la pierna ortopédica aun lado, se coloco el pijama, se iluminaba con la luz de la mesita que tenía al lado de su cama para hacer todo, al apagar la luz cerró los ojos y no tuvo ningun problema en quedarse dormida.

Al día siguiente la morena se levanto casi a las 10 de la mañana, se baño y luego se vistió, tomó un buen desayuno, el día sería largo y seguramente pasaría almorzar a la casa de sus padres. Tomo su mochila, guardo las llaves en un bolsillo de esta, guardo su celular en su pantalón, tomó su muleta y salió del apartamento. La primera visita sería donde Mateo, el auto que había llamado ya lo estaba esperando. Había algo de tráfico a esa hora de la mañana.

El camión de entregas de Katy estaba afuera, aun no se habia ido, Juliana le pagó al chófer y se bajó del auto, cerró la puerta y camino hacia la casa, tocó a la puerta.

—Buenos días, Juliana —la saludo.

—Buenos días, Katy —la morena entró —¿Y Mateo?

—Esta en la parte de atrás —le contestó, las dos caminaron, la morena vio a Alex jugar con sus bloques, el pequeño al ver a la morena sonrió.

—Hola pequeño —se acercó la morena y lo tomó, fue atras donde estaba Mateo quien estaba haciendo sus ejercicios, él iba progresando muy rápido ya podía sentir las piernas nuevamente y eso lo puso muy feliz  y a su esposa también —. Que recuerdos —habló al ver a su amigo en el suelo, recordando cuando ella estaba en esa misma posición cuando la castaña le hacía los ejercicios.

—Que bueno que llegas —le dijo su amigo desde el suelo —. Me habías dicho que no duele.

—Claro que no duele...cuando no sientes las piernas —le dijo divertida.

Lovely (G!P) [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora