Lovely (G!P) [Terminada]

4

Valentina daba pequeños sorbos a su café, unto una galleta en el café para luego comerla.

-Después de cómo te trató no volverías a verla —le decía Javiera, ella y la castaña eran mejores amigas desde los 8 años. Javiera era una chica de estatura media alta, cabello color in, ojos verdes y su rostro cubierto de pecas, trabaja como psicóloga. Bebía una malteada de chocolate.

—Puede que me haya tratado mal, pero entiendo por lo que esta pasando, he tratado a muchos otros pacientes con su misma actitud —le dijo la castaña, volvió a untar otra galleta.

—Llevarla al centro de rehabilitación fue una muy buena jugada.

—Si, lo note después, a los días siguientes, estaba más comprometida con los ejercicios —le dijo a su amiga dándole una sonrisa.

—¿Como es? —le preguntó su amiga, la castaña la miró sin entender.

—No entiendo.

—¿Como es ella? —le volvió a preguntar señalando su propio cuerpo.

—Pues es una mujer, ¿eso me preguntas? —su amiga puso los ojos en blancos —. No te entiendo.

—Se que Juliana es una mujer, aunque no del todo —le dijo, la castaña la miraba atenta —Pero cierta parte de su cuerpo no de mujer —le sonrió con picardia, la castaña logró entender.

—Eres una cochina, Javi, ¿lo sabias? —su amiga solo sonrió —Solo soy su fisioterapeuta, me encargo de que haga ejercicios, no me encargo de bañarla u otras cosas, seguramente ya tiene a alguien que haga eso.

—¿Y no te da curiosidad?

—Hola, chicas —las saludo una chica alta de piel trigueña, cabello largo y ojos marrones. Con Ximena tienen una amistad desde los 15 años.

—¡Hola! —saludaron las dos al mismo tiempo, Ximena se sentó en la silla que estaba desocupada.

—No, no me da ninguna curiosidad —le contestó a Javiera.

—¿Qué es lo que no te da curiosidad? —preguntó Ximena algo perdida.

—Le pregunté a nuestra amiga se ha visto el amigo que tiene su paciente, Juliana Valdés —seguía con su mirada pícara.

—Ya te dije que no, ya tengo uno que mirar y es suficiente —le dijo la castaña.

—El de Gustavo debe ser pequeño y flácido —le dijo riendo, la castaña negó con la cabeza dando una leve sonrisa.

—Eso no es cierto —habló Ximena.

—¿Y tú como sabes?

—Supongo que por algo Valentina esta con él y supongo que ella no le va a importar su tamaño —le contestó.

—Así es —confirmó la castaña.

—Bueno, puede que el tamaño no importe, pero lo importante es que sepa ocuparlo bien —les dijo.

—¿Porque estamos hablando de esto? —le preguntó la castaña.

—Porque es lo que hablamos entre amigas, una de las tantas cosas —río —Entiendo que con Gustavo el sexo no sea siempre.

—Tiene mucho trabajo en el hospital —se exhibio sola.

—En eso Valentina tiene razón —le dijo Ximena —Últimamente ha tenido varias corujias y operaciones, eso agota a cualquiera.

—Lo sé, pero debería pedir vacaciones —le hablo a Valentina —No las tienen desde la luna de miel y eso ya fue como hace un poco más de un año.