213 | HyunLix

IV

Todos estaban sentados a la espera de Felix, quien permanecía callado. Se miraban entre ellos y miraban al peli rubio.

—¿Y bien? —pregunta Han. —No se por qué estás casi desnudo, sonrojado y despeinado, estoy asustado.

—No estoy seguro hasta que parte de la historia les contaron, pero les juro que esta que les diré no —dijo Felix mirando hacia la nada. —Yo creo que fui poseído.

—¿Que? —mencionan casi al unísono.

—Explica poseído —dice Seungmin.

—No lo se, pero cuando estoy cerca de el mucho tiempo, me siento... ¿atraído?

Todos se quedan en silencio por unos segundos hasta que Minho habló.

—¿Ah?

—¿Te sientes bien? —pregunta Seungmin.

—Exacto, eso es lo que me pregunto también.

—Felix ¿sabes que estás consciente que es gravísimo? —dice Jeongin.

—Pero es que ni siquiera soy yo —Felix cruza sus brazos.

—Por favor explicate, no estoy entendiendo —se queja Han.

—Cuando estoy cerca de él, comienzo a sentir una extraña tensión sexual y pues no puedo controlarme, mi cuerpo trabaja solo, estoy consiente pero no es voluntario.

Todos se quedan sorprendidos antes la explicación de Felix.

—Hacer que, Felix —dice Minho.

—Pues... ¿besarlo?

—Esto no puede ser posible —Seungmin se pone de pie y coloca sus manos en su nuca.

—Desnudarme, intentar desnudarlo —continuó Felix.

—¿Y el que hace? —pregunta Han.

—Continúa el proceso.

—Yo no puedo créelo —Jeongin tapa su boca sorprendido.

—Creo entender el por qué me advertían de mirarlo a los ojos —menciona Felix. —¿Me pueden prestar algo? Necesito cubrirme.

Seungmin le lanza un suéter que estaba encima de su cama.

—Gracias.

—En realidad nunca supe lo que se sentía al mirarlo —dice Minho.

—Es cierto, nadie de los que estuvieron con el dijeron que pasaba —menciona Jeongin.

—¿Que sentiste tú, Felix? —cuestiona Seungmin.

El nombrado se quedó pensando por unos segundos.

—Me desconocí, totalmente.

—Por Dios Felix, son confusas tus explicaciones cortas —menciona Jeongin perdiendo la paciencia.

—Estoy tratando, pero sigo en shock ¿okay? —Felix rodó sus ojos.

—Lo siento —responde Jeongin.

—Cuando miras a sus ojos ves como un incendio comienza a crearse —Felix cerró sus ojos.

Con mucho esfuerzo empezó a hacer memoria de lo que había sucedido en las dos ocaciones.

—Y este incendio va creciendo, vas sintiendo como entras en un lugar que no conoces, totalmente oscuro hasta que ves aquella masa gigante de fuego en frente de ti, comienzas a sentir mucho calor, porque el fuego te arropa, es increíble, pues allí no te quemas aún estando la temperatura a niveles inexplicables. Sientes que quieres más, que no es suficiente con lo que tienes en ese momento.