213 | HyunLix

VIII

Enojo y ansiedad era lo que corría por el cuerpo de Felix, se sentía estúpido, su realidad le estaba tocando la puerta y su mente le trabajó estando cegado por otras cosas que ni el mismo podía reconocer.

Hyunjin no había dado señales de vida desde esa tarde y ya era la octava llamada del día que le realizaba al mayor sin obtener alguna respuesta y lo peor era que tenia que pretender que no pasaba nada.

Buscó varias veces a Bang Chan en el campus pero por la poca confianza que tenía con este y por cómo Hyunjin se refirió en la situación, optó por no hacerlo.

La semana de exámenes finalizaba hoy y el pecoso había manifestado poder tener la concentración para lidiar con ellos.

Decidió olvidarse y empezar "de nuevo" llevándose una lección. Restó importancia sobre cómo se sentía; pues solo era un conocido, pensó.

Suspiró y regresó la lectura a su libro dejando a un lado sus pensamientos.

—Hola Felix —saluda Bang Chan.

—Oh, hola —suelta una risita, literal lo llamó con el pensamiento. —¿Cómo supiste que estaba aquí?

—Te vi entrar, hace un rato —menciona y se sienta en una de las sillas. —Vine para recordarte que mi fiesta es hoy y quería confirmar si asistirás.

Felix olvidó por completo la invitación de Bang Chan, no tuvo tiempo de pensar su decisión y le asintió al peliazul.

—Allí nos vemos ¿me dices cómo llegar?

Me entregó su teléfono con el teclado numérico en la pantalla y teclee mi numero.

—Ya está —digo y le devuelvo el teléfono.

—Gracias, te enviaré los detalles —se pone de pie. —Nos vemos mas tarde.

No tenía deseos de ir, pero tampoco es de quedar mal con los demás. Pensó en que podía sentarse en un lugar allí y pasar un rato con su teléfono para así matar el tiempo.

Cerró su libro y se dirigió vagamente a tomar el último examen que tenía en el día.

Al salir del edificio, se encontró con un grupo de personas que al parecer era de la prensa entrevistando a la directora, por su cara, estaba preocupada y por los gestos que hacía con sus manos para pedir calma. Felix se quedó viendo aquello mientras caminaba por el campus, la directora y el pecoso hicieron contacto visual y este volteó rápidamente, continuando a su destino sin volver a voltear.

Su examen era de educación física, llegó al aula y se encontró con la mayoría de estudiantes sentados en sus asientos a la espera del maestro, el cual venia justamente detrás de Felix.

—Buenos días, joven Lee tome asiento —el maestro señaló hacia estos.

Felix obedeció.

—Tenemos un cambio de planes, nuestro examen será practico, así que los espero en las piscinas.

El cuerpo del pecoso se estremeció y tragó en seco. Nunca había nadado en su vida y tampoco planeaba hacerlo en el futuro.

Todos se pusieron de pie mientras Felix permanecía sentado intentando pensar que hacer. Cuando el aula estuvo vacía, se puso de pie y arrastrándolos se dirigió hasta donde había indicado el maestro.

No solo le preocupaba no saber nadar, también el estar con poca ropa frente a desconocidos, aunque muchos halagos han habido por su cuerpo y se siente seguro con el, allí no era de la misma forma.

Tomó un bañador que le sirviera en los vestidores y se sentó en una banca a la espera de que los demás chicos salieran y así sentirse cómodo.

Con pereza retiró su ropa y colocó el bañador, se miró en el espejo varias veces y arreglaba sus genitales cuidándose de cualquier marcación, cosa que era imposible con la poca tela que cargaba.