Primero unas aclaraciones rápidas:
⁂ Me eliminaron la historia anterior sin avisar.
⁂ Como no tengo la historia guardada en ninguna parte casi pierdo todo.
⁂ Inke es la mano de Dios y me ayudó a recuperar todo esto, hay que hacerle un altar.
⁂ Voy a...
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Los iban a atrapar, lo sabía, pero no podía detener lo que estaba sucediendo, las piernas le flaquean por lo que agradece estar sentado. Un escritorio lleno de papeles cubre las pecaminosas acciones que su esposo está realizando a escondidas. Pero no puede culparlo, él había pensado con la cabeza equivocada más de la mitad del día y obviamente después de tanta insistencia incluso la más tímida persona podría sucumbir al deseo carnal.
Era su amado esposo el cual por cualquier cumplido pasaba de pálido a rojo, tierno, incluso teniendo un semblante más bien serio, ponerlo de esa manera era muy divertido para el Freecss, eso si, una vez las cosas se mueven con más intensidad se deja hacer, aceptando lo que provoca con una sonrisa en la cara. Pero esta es definitivamente la primera vez que ellos intentan algo tan arriesgado.
Su día compartido se basa en estar un setenta por ciento en la oficina o el edificio donde trabajan, la familia Zoldyck había aceptado la pareja del joven albino por que el chico era muy bueno en el rubro por el que la empresa era reconocida, la venta y distribución de artefactos antiguos, reliquias de tiempos pasados. Siempre muy serios, en traje elegante y caro; casi no se hablaban, estando muy concentrados en lo suyo; sin embargo, ese día la idea de molestar a Killua se le hacía muy divertida, roces, mimos en el cabello, empujones que los escondían en salas vacías y por supuesto, besos robados en los ascensores. Una acumulación de pequeñas cosas que terminó explotando en la situación actual.
Gon Freecss, con la mano izquierda sosteniéndose fuertemente la boca, mientras que la mano derecha sostiene con firmeza el cabello albino, ambas piernas separadas y los pies apoyados sobre los muslos flexionados de su esposo. Normalmente está muy recto en su silla, pero ahora está tirado hacia abajo, luchando por no hacer ruidos y haciendo más rudas las succiones en su miembro, todo comandado por el hombre que ahora lo mira expectante.
Los ojos azules lo analizan y guardan imágenes mentales de lo que se le ofrece, como los ojos mieles miraban con miedo la puerta al pasar un ruido; las pequeñas lágrimas que suelta cuando una poderosa mordida de su parte le es dada en el muslo interno, las marcas ya violetas son un cuadro en la piel morena; la suavidad de la piel le genera sentimientos contrarios, quiere acariciarlo, pero a la vez destruirlo, extraño.
Pasa la lengua nuevamente por la cabeza del miembro, hace rato ya que no tenia pantalones puestos por comodidad, estar agachado con el pantalón rígido de vestir por tanto tiempo podría haber sido un martirio. Pudo soltarse del miedo a ser descubiertos por notar como el escritorio de su marido cubría toda la parte de abajo de la mesa, no tenía las típicas cuatro patas, si no una larga "barra" que tapaba todo el perímetro. Deslizó la boca hacia abajo hasta tener el miembro completo en la misma, le pellizca las piernas por instinto mientras siente los tirones de su cabello, un intento en vano de alejarlo.
Al pasar la mano lentamente entre los regordetes muslos para llegar a la entrada de su marido la puerta es repentinamente tocada, acción que hizo que el agarre en su cabello se vuelva más violento, terminó por alejarse del miembro obligado por la mano del Freecss. Aun así las caricias no se detuvieron, una mano ocupada en la suave piel y la otra siendo mojada por su saliva. Reconoció la voz del chico como el junior de Ikalgo, quien tímidamente le preguntaba cosas a Gon, quien lograba ocultarse un poco mejor gracias a la enorme cantidad de hojas apiladas sobre la mesa del escritorio.
