◌●Heridos y sucios●◌

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Estar adolorido no iba a ser un impedimento para llegar a ser íntimos, incluso si terminaban jadeando de dolor por la brusquedad de los movimientos

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Estar adolorido no iba a ser un impedimento para llegar a ser íntimos, incluso si terminaban jadeando de dolor por la brusquedad de los movimientos. Gon tenía un brazo completamente vendado incluso con un yeso que no le permite moverlo, mientras que Killua tiene el estómago cubierto de vendas al igual que la frente, los combates que tuvieron hace tan solo unas horas los dejaron así. Apunto de morir.

Pero ya estaban acostumbrados a esos malos tiempos, ahora como cazadores profesionales de listas negras su vida se basa en estar en constante peligro, debían amarlo o minimo respetarlo, sino, jamás hubieran durado tanto tiempo, siendo tan jóvenes. Con solo 17 años ya llevaban un listado enorme de capturas exitosas, a ellos los llaman cuando todo sale mal, a ellos recurren cuando el miedo es demasiado arraigado.

Entonces, ¿Cómo se recompensa a unos jóvenes que ayudan y a la vez no a la paz y tranquilidad mundial?, el dinero la verdad es que no les interesa mucho, participaron algunas veces como jueces de las pruebas de cazadores, pero no era tan divertido como hacer su trabajo. Eso si, le gustaban las vacaciones gratuitas, Killua las habia solicitado algunos meses como un pago por sus acciones y entre ambos novios las disfrutaban todo lo posible.

Su última misión no había sido fácil, demasiadas personas que portaban habilidades Nen de diversas categorías, a las que tuvieron que analizar, seguir y por supuesto matar. Más de una docena de secuestrados, familias destruidas, no fue fácil, pero habían triunfado luego de casi un año. Al salir del lugar tuvieron que usarse mutuamente de apoyo, Killua era el más dañado, sangraba por todos los lados por haber evitado que un ataque de un emisor le atraviese la cabeza a su novio.

La zona está desierta, los edificios y casas completamente destruidas, hay polvo en el aire, uno pesado y que te impide tragar con calma. pero Gon cierra las ventanas rápidamente al llegar a una casa abandonada y con algunos agujeros en la pared. Él es el que se encarga de cubrir las heridas de su amado, intentando no desesperarse por ver la sangre manchar el destruido sillón de la que parece una sala de estar, hay tintes de luz que llegan desde los agujeros y con suavidad da vueltas con las vendas para cubrir la frente del albino, que está cansado y con los ojos cerrados.

Su brazo roto duele, pero aguanta los gritos po cada movimiento, en tonos violetas y negros que se va esparciendo por su piel. Una vez la sangre deja de brotar puede encargarse de sí mismo, sentándose en el suelo para comenzar a cubrir su brazo con el yeso, habían traído una mochila bastante cargada de todo lo que podían necesitar por si terminaban en la situación actual.

Un lugar destruido, abandonado, sin personas cerca y sin comida.

-¿Quieres ayuda?...- Los hombres de Gon saltan y eso le duele, aguantando los jadeos cerrando los ojos, -Lo siento, acércate, yo te ayudo- Al final hizo caso, dejando que las manos pálidas cubran sus heridas, de la mochila sacaron varias curitas para cubrir los raspones de sus rostros, algodón mojados en alcohol para limpiar y sanitizar, -Listo, al menos encontraste un lugar con techo- Killua mira hacia los lados, los agujeros, el polvo, la tierra, madera cubriendo las ventanas, escenas de un pasado traumático.

-La lluvia se aproxima, en horas los agujeros en las paredes nos van a molestar mucho- Ambos se sientan juntos en el sillón desarreglado y alborotado, acomodándose uno sobre el otro, -Hay algunos baldes, podemos usarlos para que el agua no nos llegue hasta los tobillos- Gon se mueve sobre Killua, restregando su cara contra el brazo pálido, recibiendo mimos en el cabello lleno de polvo, están sucios, pero no hay posibilidad de bañarse hasta que sus heridas sanen completamente.

-Esta bien, ¿Aguantarás el frio toda la noche?- Ya hay vientos fuertes fuera, se escuchan chocando contra las paredes, Gon sonrió, -Claro, solo necesito estar pegado a ti un rato- Gon lo abraza, dejándole besos en el cuello, acostados ambos sobre el sillón, -Llevamos rato sin hacerlo- Le dice el moreno y Killua se sonroja para luego taparse la cara.

-Estamos sucios, en una casa abandonada, heridos, literalmente casi morimos... ¿Y ahora quieres tener sexo?- El moreno ríe un poco, mirando la realidad otra vez, les dolería hacerlo de forma normal, incluso podrían abrir sus heridas otra vez, si era por él, no le molestaría herirse otra vez, pero no quería que Killua siguiera lastimándose, -Puedo intentarlo si quieres, la abstinencia también me afecta...- El albino los fue acomodando, su pecho contra la espalda de Gon pero el moreno movía un poco el cuerpo para no ser abrazado.

-No, no, no es necesario, puedes seguir abriendo tus heridas y la verdad, debo estar asqueroso- Pero no pudo moverse mucho más cuando los besos en su cuello se transformaron en chupones, -...mmm...- Sus piernas se cruzan y luego el albino levanta uno, agarrando con la mano el muslo de Gon para levantarle la pierna también, el moreno arrima el trasero contra el miembro en proceso de despertar de su pareja.

-No necesitamos tanto lubricante o condones- Killua le bajó el pantalón y el boxer rápidamente, pero no se lo llega a quitar, lo dejo cerca de las rodillas, pero por comodidad Gon se lo saca completamente de al menos una pierna, -Tampoco un lugar cerrado e íntimo- Ahora es Killua quien se baja solo un poco el pantalón y el boxer, -Solo necesito que estés conmigo- Abrió las nalgas del chico, solo colocando el miembro entre sus muslos para despues bajarle la pierna y apretar su pene entre la piel canela.

-Nunca habíamos intentado algo como esto jeje, es bastante cómodo- Gon le acaricia el cabello mientras mueve las caderas de adelante para atrás. Poco a poco se sincronizan, chocando las pieles hasta crear un chapoteo entre su trasero y la pelvis pálida, -¿Se siente bien?- Gon bajo la mano sin vendar hasta el medio de sus piernas, acariciando lo poco que se podía notar del glande de su pareja.

Killua tomo el pene de Gon para poder masturbarlo, apuntando siempre al suelo para no manchar el probable unico lugar donde podrían dormir, -Se siente bien cariño- El gemido agudo por el apodo, -¿Que pasa amor?, ¿Te gusta que te diga apodos?- El de cabello azabache asiente repetidamente, dejando que sus piernas aprieten un poco más la carne ajena, siente los golpeteos y logra sincronizarse, hay dolor en sus caderas, en su brazo, pero lo aguanta, no se queja ni tampoco llora.

Killua tiene un dolor abrasador en el estómago, las tripas le ruegan clemencia, pero primero quiere terminar su trabajo, ya habia comenzado y aunque la cabeza le de vueltas y a veces le de nauseas, hasta que no siente los dedos húmedos y la respiración de Gon se volvió irregular y pesada no se detuvo, -Killua... ahora estoy mucho más sucio- Sus muslos cubiertos de esa esencia blanca, pero ya no podía más, estaba exhausto y adolorido.

Así que sin subirse los pantalones o limpiarse fueron cerrando los ojos, heridos, cansados. La lluvia llegó y ellos dejaron de ver las goteras al caer dormidos.

 La lluvia llegó y ellos dejaron de ver las goteras al caer dormidos

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Smuttober - KilluGonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora