◌●Manos vendadas●◌

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Incluso en la segunda semana donde las vendas gruesas cubrían sus manos en su totalidad, aun no podía mover los dedos, aplaudir, mostrar las garras, nada de nada

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Incluso en la segunda semana donde las vendas gruesas cubrían sus manos en su totalidad, aun no podía mover los dedos, aplaudir, mostrar las garras, nada de nada. La inutilidad se acrecentaba cuando tenia que realizar cualquier cosa por su cuenta; como comer o incluso bañarse; podía aguantar el dolor, pero era incomodo, ya que no estaba solo.

Ahora ve la varonil espalda de piel tostada frente suyo, los normalmente cabellos picudos perdieron su poder anti-gravedad, balanceándose un poco cuando el dueño de tan bella anatomía se mueve un poco. ¿Qué está haciendo exactamente?, pues, limpiando una de las largas vendas que deberían, en unos minutos más, cubrir las manos del pálido muchacho a su espalda. Después de todo, están juntos en el río desde hace rato.

Neh Killua, déjame ayudarte, las vendas están cubiertas de sangre y polvo― No mentía, Gon podía notar con facilidad como cada día la cicatrización de las heridas en las hinchadas manos, provocaba que la piel supure algo de sangre y terminara manchando las pulcras vendas.

Tranquilo, cuando vaya a bañarme puedo limpiarlas por mi cuenta― En realidad no podía, solo zarandeaba las manos cubiertas de las vendas bajo el agua del río esperando que eso quite al menos un poco las mugrientas manchas de su lenta sanación; la insistente mirada miel le puso los pelos de punta.

―No mientas, sé que no puedes, así que voy a ayudarte...― Cerró la boca mientras miraba con pena las manos cubiertas contrarias, ―Yo cause esto, es mi culpa y debo hacerme cargo― Bueno, durante el torneo no midió para nada las consecuencias de sus actos y aunque Killua guste de decir que "No fue nada", la culpabilidad lo ataca de todas maneras.

Poco a poco se fue haciendo cargo de atenderlo, le comenzó a preparar la comida todos los días, le daba de comer en la boca y le ayudaba con sus entrenamientos sí estos requerían mover las manos; solo una vez lo había ayudado a desvestirse y eso terminó con Gon teniendo una traviesa mano herida en su trasero como venganza por tocar accidentalmente el miembro ajeno por encima de la ropa. Aunque vergonzoso, era bastante normal ente ellos tener un poco de intimidad solitaria, si Bisky no estaba cercana a ellos, podían entonces permitirse mostrarse más cercanos de lo que de por si se muestran.

Ese día su maestra había ido por su cuenta a buscar las medicinas necesarias junto a un mapa para conseguir una carta valiosa personal de su gusto; estuvo ahorrando cartas valiosas pero de menor grado para intercambiarla a la hora de partir de Greed Island. Eso solo significaba que era el momento donde ambos podían estar más cómodos uno con el otro. Gon fue insistente, la idea de ayudar a Killua a bañarse con la nueva y fina capa de intimidad entre ambos le sonaba muy entretenida; aún más recordando que hace unos años se había bañado junto a él en su propia casa; siendo todo muy diferente para ese entonces.

Le gustaba dejarle besos en las mejillas mientras le quitaba la ropa, por mero capricho y afecto, ya que Gon es muy cariñoso con las personas que quiere y Killua está muy por encima de su propia lista personal. Una vez vio que las mejillas pálidas habían pasado a un alarmante rojo lo dejó en paz, simplemente tomó una de las manos del albino y desenvolvió las vendas poco a poco, para no arrancar ningún gramo de piel recién regenerada que se pudiera pegar a la tela. Maravillado observa que casi no quedan cicatrices desde la última vez que había visto las hinchadas manos, si, seguían bastante mal y el color violáceo asfixiante de las mismas era muy notorio, pero antes estaban incluso peor.

Smuttober - KilluGonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora