5. Luzu Williams.

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Se sentía asqueado por cada número, por cada pensamiento que tendría al estar haciéndolo, terminó luego de ver a vegetta entregar el examen, se sentía raro haber tenido su mirada penetrante en él tanto tiempo.

Salió del aula sosteniendo la poca cosa que llevaba en su mochila roja colgada de solo un extremo a uno de sus hombros, dio unos pasos sacando una paleta de corazón llevándola a sus labios impertinente, de repente sin aviso alexby  mecía su cuerpo en la patineta hasta llegar a luzu -¡Hey, luzu!

-¿Sigues con esa mierda de patineta?- alexby detuvo con una sonrisa, esa clase de sonrisa acompañada de una risita adorable, como si fuera la luz del sol en una noche sombría -Sí, sabes que cuestan mucho dinero.

-¿Qué necesitas?- sonrió de un lado, alexby era uno de sus mejores amigos de todas formas -Necesito tu ayuda, pero ven un momento.

Agarró el brazo de luzu tensando su cuerpo hasta llevarlo a trote al rededor de la Universidad, parando a una esquina detrás del Gran edificio -¿Y?

-Okay, ¿conoces a Quackity Wembley?- aquel apellido resonaba en su cabeza como una melodía triste, como dulce, podía sentir un dolor punzante en el pecho -Nah.

-Bueno, es el compañero de piso que tiene rubius en su departamento- luzu alzó una ceja a la par de un ceño fruncido, odiaba escuchar aquel nombre -¿yo qué tengo que ver?

-...creo que necesita ayuda, y yo no soy lo suficientemente fuerte para dársela solo- luzu cubrió su boca al comenzar a reír a carcajadas -¡Lo digo en serio!

-Alexby, ¿qué te hace pensar que me interesa ayudar a una persona que ni siquiera conozco?- alexby frunció el ceño, mientras que su mano apretaba sus dedos formando el puño -¿Podrías hacerlo como favor?

-...no- respondió el castaño cruzado de brazos, indiferente quiso dar la vuelta a irse sin percatarse del brazo que interpuso su caminata. Alexby había sujetado su mano impidiendo que se diera la vuelta -Sabes que nunca te pido nada, luzu, solo necesito que me ayudes en esto.

-Alexby, sabes que te quiero, eres el único ser humano de este miserable mundo que podría hacer cualquier cosa por él sin dudar pero también debes saber que no tengo ganas de lidear con rubius, peor, tener que interactuar con una persona extraña por capricho- luzu suspiró soltando el agarre, no le gustaba el contacto físico y alexby lo entendía.

-Solo conocelo, por favor- extendió sus dedos que habían retirado un papel pequeño de su bolsillo, así con cuidado se lo entregó a luzu sin decir más que haberse ido por el lado contrario; luzu suspiró guardando el pedazo en su ropa oscura pensando en qué planeaba su amigo.

(...)

El día ardía las pupilas de quackity, estaba allí agarrado a una almohada pesada con el sol entrando a través de las cortinas delgadas. Su abdomen dolía como su corazón también, se sentía vacío, como si le hubieran quitado un pedazo de su corazón y lo partieran aún vivo.

Tragó saliva aunque doliera, estaba tratando de recordar todo lo que había pasado; en realidad no creía que el vino fuera la principal fuente de su pérdida -...él me drogó- dijo así mismo levantando su penosa espalda.

Limpio la suciedad de sus ojos aclarando la visión, trató de levantar su cuerpo poco a poco aunque sus piernas temblabaran, cayó de rodillas moreteando su piel, estaba morada -¡Auh!

Pocas lágrimas salieron cuando comenzaba a gatear hasta su propia habitación, por fin dejando de oler el constante alcohol desde la almohada, veía lo desastroso del departamento.

"Tengo que salir de aquí, rápido" poco a poco estabilizó sus piernas lo suficiente para trotar por la madera, con ansiedad ponía lo que podía en una de sus mochilas azulescas rezando porque rubius no estuviera cerca.

En un cruce tropezó con la mesa de centro cayendo en un par de vueltas, se agitó casi rompiendo a gritar por el dolor en su espalda, aun así notaba que las copas se habían roto y él tenía una cortada profunda en su pie desnudo -Lo que me faltaba.

Sin detenerse pusó vagamente un pedazo de papel higiénico encima de su piel a la par de su zapato -Rápido.

Peinó lo que pudo de sus mechas antes de abrir la manilla de la puerta con esa desesperacion pensante -¡Rubius!

El timbre sonó, haciendo que quackity jadeara con fuerza y presión, estaba asmático en ese segundo; para no levantar sospechas abrió la puerta encontrando con la silueta de un castaño.

Su cabello de un lado con mechas desordenadas de color café, el que su suéter tuviera las mangas recogidas hasta el codo y sus guantes del tono mismo, sus zapatos altos o sus jeans que eran holgados, poco y era sujetado por el cinturón -...-

Luzu podía oler el aroma a alcohol, tabaco y posiblemente cafeína desde todo el cuerpo pequeño y refinado de aquel chico que tenía los ojos llenos de lágrimas, o como sostenía la puerta con espasmos, su respiración agotada que iba disminuyendo poco a poco -Hey, soy un conocido de...

No pudo hablar de más, la voz dulce consolaba al Omega débil que desmayó sobre sus brazos, la mochila cayó al suelo como el cuerpo de quackity a los brazos de luzu quien sin dudar lo sujetó sorprendido, su temperatura era fría como la del sol, lleno de fiebre -HEY!

No sabía que hacer o cómo actuar, vio a lo lejos de la puerta las copas servidas derribadas en vidrios en la madera, o el desorden entero, sin pensar cargó el cuerpo inerte del chico sumergiéndose en aquel departamento que pronto sería su perdición.

(...)

Con cuidado posaba una toalla en la frente de quackity con la nariz tapada, trataba de no inhalar ese horrible olor que incrustaba su pecho -Alex, responde maldito idiota.

Decía al teléfono que entraba en llamada, rogaba por tener una razón que lo hiciera quedarse porque si fuera por él se hubiera largado -¡alexby!

La llamada entró siendo que alexby lavaba sus dientes con el teléfono colgando de su hombro -¿Fuiste a ver a rubius?

-Sí, estoy en su departamento, no tengo una puta idea de donde está pero su compañero de cuarto se desmayó en mis brazos- susurraba entre gritos -Ayy, luzu, no sabía que conquistabas a gente tan rápido.

-Imbécil, tiene el olor de rubius y es horrible, él se ve horrible- alexby pensaba y pensaba y todo indicaba cosas negativas, un omega tenía todo su derecho a experimentar un ciclo amoroso y sexual con un alfa pero ese alfa no era de fiar.

-Voy a ir para allá, trata de ayudarlo mientras y limpia la casa- colgó.

-¿¡YO POR QUE?!- no obtuvo respuesta alguna, simplemente jadeó viendo el cochinero de la sala junto a un condón sobre la madera, era asqueroso, pero tenía que hacer algo al respecto -Tú quien eres?

Preguntó luzu al notar que quackity no estaba del todo dormido, se despertó una vez habló con alexby, se había percatado de eso -...me llamo quackity.

-¿Donde están tus heridas, quackity? Hueles a sangre- se arrodilló ante la cama viendo como las lágrimas del chico cruzaban la piel, limpio una de estas cayentes usando la yema de sus dedos.

-Perdón- había abrazado a luzu sin conocerlo, sin siquiera haber hablado con él, pero lo hizo; abrazó a un alfa que no quería estar ahí, pero sin embargo eso no fue más sorprendente que luzu aceptando un abrazo de un extraño siendo que ni siquiera aceptaba al de un amigo.

ᵍʰᵒˢᵗ ᵇᵒʸ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora