ᵍʰᵒˢᵗ ᵇᵒʸ.

66. Te necesito a ti.

Usualmente, cuando quackity cumplió los 11 años, se solía imaginar a sí mismo en estado adultez, ¿cómo sería en realidad a partir de los 19 años? Aunque su sueño era ser bailarín, su familia estaba más dirigida a que guiará la empresa de años. Sentía esa presión en el pecho por ser el típico niño rico mimado pero al final del día, nunca pudo ser otra cosa que eso.

Cuando cumplió 14 conoció a sus mejores amigos, sus primeros amigos, aquellos eran de las famosas familias Karl Scott y Sapnap David. Ellos fueron sus manos extras, le enseñaron todo lo que sabía actualmente, el cómo usar drogas especiales, la inseguridad de los omegas, sus pastillas, las inyecciones, el sexo.

Cosas que se describían como "adultas" a su pésima edad, pero pronto cuando tuvo que enterarse de la muerte de su reciente novio, también se llevó consigo el contacto con su familia, con sus amigos, ellos, todos ellos lo miraron decepcionados, y después de un tiempo, se acostumbró a estar solo.

Y luego, estaba él.

Rubius, su nuevo mejor amigo con el que salía a menudo y básicamente lo mantenía, porque aunque no quisiera aceptarlo era un niño, recién tenía 19 años, no era un adulto cuando todo pasó, quizás lo aparentaba pero después de todo, perdió meses de su desarrollo por complacer el de otro.

Cuando todo terminó, necesitaba desesperadamente distraerse, porque quería madurar, quería sentir que lo superó, que ya no tenía que tener miedo, pero siempre estaba ahí, siempre tenía ese sentimiento de terror.

Rubius cambió sus planes de vida, cambió a sus relaciones y afectó a su cuerpo, el cómo se veía a sí mismo, a veces se preguntaba si rubius era una parte de él ahora, si estaban conectados, ¿él siempre se había sentido así? Probablemente.

Y cuando al fin encontró paz, encontró a una pareja maravillosa que sabía respetar sus decisiones, deseos y esperanzas, cuando por fin se sentía amado, esas fotos lo destruyeron, porque sabía que debía ser precavido, si tan sólo hubiera pedido ayuda, si tan sólo fuera lo suficientemente fuerte para haber detenido a rubius, si no se hubiera quedado quieto cuando lo grababa, cuando la cámara enfocaba.

Todos sabrían lo asqueroso que se veía su cuerpo, no había filtro, podía verlo, dejó caer el teléfono e inmediatamente eso alertó a luzu quien despertó desconcertado en un segundo a otro -¿¡Quackity?!

Pero no se sentía triste, no se sentía con miedo, era enojo, frustración, odio, y lo podía ver en su mirada, que aunque estuviera cubierta de lágrimas demostraba rabia -Quiero ir a ver a rubius.

No, ya no le interesaba si eso afectaba a luzu, por ese segundo, tan sólo pensaba en sí mismo, se acercó a la habitación sin darle tiempo de procesarlo, y comenzó a armar una mochila junto a un abrigo que cubría la mitad de su cuerpo -No, espera, ¿por qué? Le tienes miedo, quackity, ¿sigues enamorado de él?

-¡No!- giró -Pero hay cosas que tengo que aclarar.

-No lo entiendo, puedes, puedes explicarme aunque sea?

Detuvo su acción preventiva y aspiró aire hasta sus pulmones tratando de meditar -Tu teléfono- señaló a la pantalla, se incó para alcanzarlo y abrirlo.

Luzu se preguntaba tantas cosas, hizo algo mal? Lo arruinó? Alguien había dicho cosas malas sobre él? Era tan jodidamente egoísta, así se percibía -Esto, tu explicación- las imágenes, esas horribles imágenes, entendía el porqué.

-Y ahora, por favor dejame ir a ver a rubius, necesito entender el porqué- pestañó un par de veces, sujetó su brazo suavemente antes de que quackity retrocediera de forma instintiva.

-Quackity, tú no estas solo ahí.

-Y eso qué? Su cara...

-Mierda, quackity, escuchame por un momento!- gimoteó Jadeando hasta que finalmente le miró los ojos, el color rojo neón, sabía que estaba igual de desesperado que él -Ese es vegetta.