La muñeca de willy fue presionada, fue tan presionaba como para romper un simple hueso con una manilla, o una combinación de sus dedos delgados como a la vez toscos, Willy se quejó más no borraba la terca sonrisa de su rostro, estaba siendo presionado contra la pared y aunque pareciera una escena pornográfica, luzu estaba furioso, arremetía contra él casi torciendo sus huesos del brazo -Mierda, luzu, espera.
-No puedes; drogarme, hipnotizarme, querer coger conmigo y luego manipularme tratando de que acceda a base de que vayas a coger con mi omega- Willy estaba complacido, estaba teniendo la reacción que anhelaba, solo esperaba no tener que llegar a extremos de partirse un brazo o una pierna, sería difícil para después -Déjame ir.
Suplicó y gimoteó Willy, tratando de apartarse del cuerpo más grande, claro que solo era una actuación, entre más enojado estuviera; más avanzaba su plan -...por favor- esos chillidos eran falsos, y luzu lo podía oler, no había un rastro de miedo real, eso le parecía patético.
El alfa río entre sonrisas, soltando de a poco el agarre bestial, Willy jadeó -Te metes con quackity, y yo voy a cortarte la garganta.
-Parece que el efecto pasó.
Se alejó, Alejó su gran cuerpo directo a la puerta dejando el estúpido vaso de agua a un lado de una mesa blanca -Dime, luzu, cual es la parte más fuerte de los omegas que pueda rebasar la de las otras razas?
Luzu no contestó, le miró através de su hombro con el rojo vivo entre sus pupilas -Nada, los omegas son débiles.
-Tal vez pueda ser en parte cierto, pero deberías saber que mi parte favorita de la traición es la manipulación que conlleva a veces.
Luzu, puedo hacer que todos desconfien tanto en ti, que te lo acabes creyendo tú mismo, no me dan miedo tus amenazas porque ya sabía que un alfa genérico reaccionaria así, eres igual a todos.
-No necesito clases de un estúpido, adiós, no me busques- respondió fingiendo inercia, fingiendo que no interesaba, que no tenía miedo, pero Willy sabía que en el fondo, esas palabras tocaban lo más profundo de su vida.
Salió de la casa con tanta rapidez como pudo, buscando con desesperación su teléfono celular atrapado entre sus bolsillos de su suéter «Estúpido» quackity no tenía su teléfono celular, pasó por locales, aquel cigarrillo lo había mantenido tan ocupado mentalmente, el eucalipto era asqueroso, se sentía vacío, solo, ¿por qué una parte de su alfa interior hubiera deseado lo que proponía el asqueroso de Willy?
Se estaba quedando sin amigos, extrañaba cuando era tan sólo un niño, cuando nada podía molestarlo, odiaba ser un adulto, odiaba tener 20 años. Claro, se olvidó de que quackity se dio de alta, donde mierda estaría entonces? En la casa? En su casa? En la casa de rubius? Por qué pensaba en él? Por qué no podía confiar en que quackity podía solo?
«Luzu» escuchó a lo lejos, y de inmediato atendió, se dio la vuelta.
-Luzuu- un chico de negros cabellos y un gorro particular se encontraba frente a él, era tarde, ya había Luna para cuando vio el sol reflejado en los ojos de quackity, ¿por qué estaba llorando? -Quacks, ¿qué....
Recibió un abrazo, pero en lugar de ser un abrazo cálido, era tan protectivo, buscaba protección, podía oler la pena y el miedo a la vez. Supuso que lo había dejado solo muchisimo más tiempo del que debería, y se sentía tan aliviante poder ver sus facciones, o lo tanto que necesitaba abrazarlo, lo apoyó en su pecho alzando su cadera casi como si fuera un niño. De puntillas dio pequeños giros apoyándose en su clavícula y clavando su cabeza en su cuello.
-Perdón, se me presentó un imprevisto- quackity abrió sus fosas nasales tratando de aspirar la vainilla una vez más, necesitando esa fragancia entre sus órganos, pero en cambio, encontró una fragancia a eucalipto, a algún tipo de planta con tanta potencia que tuvo que toser un par de veces por segundo.
ESTÁS LEYENDO
ᵍʰᵒˢᵗ ᵇᵒʸ.
Fiksi PenggemarOdiaba lo mucho que necesitaba su tacto, cómo lo tocaba y sus insinuaciones, odiaba su olor o cómo forzaba a besarlo cuando estaban solos, odiaba que lo amará cada vez que le daba regalos o decía lo mucho que lo quería, odiaba que le gustaran sus ce...