Mentiras de cristal

14.-Aquí no soy tu prometida

Notita: Por favor no se auto-diagnostiquen, acudan a un profesional.

No olviden comentar y votar <3 les leo chao

Aquí no soy tu prometida

Evie

Hoy me desperté más temprano de lo común, no suelo dormir mucho mi máximo de horas son cuatro y si bien me va son cinco, no es sano, lo sé pero mi terapeuta y yo lo vemos como un avance, antes no dormía absolutamente nada, simplemente esperaba hasta que mi cuerpo realmente cayera en un sueño profundo después de dos o tres días sin dormir ni descansar.

Mantengo la mirada en mi ipad mientras el profesor da algunas indicaciones, hoy apareció otro nuevo arreglo de flores, uno hermoso con pequeñas florecitas rosas de un tamaño inhumano, ese arreglo era más grande que yo.

Me emocione, no lo voy a mentir, me gusta la idea de que alguien está mandado flores en medio de todo este apocalipsis que ocurre en mi vida, tome la tarjeta antes de que mis hermanos despertaran.

El mundo entero es un teatro y los hombres y mujeres son mero actores...

Me pregunto si sientes culpa cada vez que te miras al espejo.

Un brindis por tu presentación. x

Una frase de Shakespeare, lo sé porque fue el último libro que regrese a la biblioteca. Ahora esa nota yace al fondo de mi bolso, cuando mis hermanos preguntaron les asegure que esta vez venia sin nota, Nicklas parecía a punto de perder la cordura y de camino a la academia comenzó a hacer llamadas a las florerías de Nesry Hill pero no obtuvo resultado.

Escucho como mis compañeros comienzan a leer en voz alta el documento y me tenso, odio esto. Miro a mi derecha contando cuantos faltan para llegar a mí y después cuento los párrafos preparándome para leer el mío, lo leo una y otra vez sintiendo mi respiración agitada hasta que llega mi turno, siento mis hombros tensos hasta que dejo de leer y me desplomo en el asiento.

—Muy bien, esta semana trabajaremos el doble, en sus pantallas aparecerán todas las actividades que deben de presentar hasta el final del día—el sonido de las notificaciones suena por todo el aula seguido de muchos bufidos, me coloco recta en el asiento leyendo cada apartado—, tienen hasta este viernes.

—Es demasiado—Kenzy me mira alarmada—, no es la única clase que llevamos, esto equivale a todas las materias juntas.

El profesor se encoje de hombros.

—No veo a nadie más quejándose más que a usted señorita y a los del equipo de rugby.

—Es porque tenemos entrenamientos—gruñe un chico al fondo.

—Quizá deberían poner prioridades o si esto es demasiado para ustedes deberían renunciar a algo—recoge sus cosas dada por concluida la clase.

Llevo mis manos a mi rostro, apenas es la primera clase de lunes y toda mi semana ya está ocupada, no quiero imaginar lo que serán mis otras materias, me quedo leyendo el documento cuando levanto la vista el profesor está mirando.

—¿El apartado cuatro podría explicármelo mejor? —frunzo mi ceño leyéndolo de nuevo pero no entiendo.

Él se cruza de brazos frente al escritorio y comienza a explicarme mientras tomo todas las notas posibles.