64.-Nuevas realidades

3.8K 490 1.2K
                                    

Penultimo capitulo martha les voy a extrañar tanto :c

Disfrutenlo mucho <3 no olviden comentar y votar.

*

Nuevas realidades

Kaemon

"Escucho sus pasos pisar las hojas secas, a pesar de ser verano hay muchas hojas amarillas en el suelo.

—Mira—me lanza algo a la cara haciendo que cierre el libro de golpe.

Tomo la cosa extraña en mis manos, tiene brillos y mucho pegamento en líquido que termina ensuciando mis pantalones.

—Al menos hubieras esperado a que se secara esta porquería—se la regreso pero ella vuelve a lanzármelo en la cara.

—Usas gafas—ella señala mis lentes que ahora tendré que limpiarlos— ¿Estas ciego?

—Tu estas ciega—le lanzo de regreso la hoja de papel con forma extraña.

Ella se encoje de hombros acostándose sobre su estómago en la manta donde yo estoy y comienza a sacar más cosas de su mochila mientras comienza a dibujan sabrá dios que demonios sea.

Trato de asomarme pero ella cubre lo que sea que hace con su cuerpo.

—¿Qué haces?

—Porquerías—se encoje de hombros de nuevo.

¿Por qué siempre debe de repetir todas mis palabras? ¿Por qué está molesta? 

Debería ser yo quien este molesto, justo cuando yo le dije que quería casi besarla ella fue y se lo pidió a un estúpido bueno para nada.

—Escuchaste que alguien golpeo a Dylan—ella continua pegando lo que sea que haga.

Un ojo morado y un labio partido, la próxima que se acerque a ella le jure que sería su pierna rota.

—No—me recargo en el árbol sonando indiferente.

—Bueno lo golpearon, pobrecito, le lleve galletas antes de venir.

¿Qué ella hizo qué?

—¿Por qué demonios le llevaste galletas? A mí nunca me has dado galletas —tiro de su cabello pero ella me lanza un crayón rosa a la cara.

¿Por qué tiene tan buena puntería?

—La última vez que las probaste dijiste que estaban crudas.

Lo estaban ¿Qué quería? ¿Qué mintiera y le dijera que estaban súper deliciosas?

—Como sea tu no probaras mis galletas jamás.

Es una pesada, trato de regresar a mi lectura pero pelusa se deja caer en mi rezago en busca de atención mientras su dueña me extiende esa cosa extraña de nuevo.

—Al menos podrías explicarme de que se trata.

Ella tira de mi mano haciendo que pelusa lama mi mano asquerosamente haciéndola reír.

Es tan fea y molestosa.

—En el pueblo vi a unas niñas con brazaletes de amistad, trate de encontrar algunos pero las tiendas están cerradas—extiende de nuevo mi mano haciendo gruñir a pelusa por falta de atención—, hice anillos de papel.

Mentiras de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora