Mentiras de cristal

18.-Si tan solo las cosas fueran diferentes

MARTHA ES QUE ESTA CANCION ES LA CANCION DE ELLOS, SOLO LEAN LA LETRA DE "SOMETHING DIFFERENTE DE GUN BOI KAZ"

"Si tan solo las cosas fueran diferentes"

Kaemon

La expresión de Evie no tiene precio, frente a nosotros se encuentra Aamon Levard, el único hombre que ha logrado ser capo a sus 16 años y saco a su familia adelante asesinando a su propio tío tomando el control del país y ahora algunas zonas de Italia. 

El capo de la Cosa Nostra.

Y también mi padre.

—La última vez que nuestros apellidos se mezclaron fue para que ambos se mantuvieran alejados—mi padre nos mira a ambos manteniendo sus manos en sus bolsillo.

—Papá—doy un paso al frente pero él niega.

—Ahora están comprometidos, me gustaría conocer la historia original y sin mentiras—mira fijamente a Evie quien desvía la mirada hacia las ventanas—, tómenlo como una ventaja antes de que llegue mi esposa, tu madre—me mira endureciendo su mandíbula—, a la cual has estado ignorando durante una semana.

Por supuesto que él se enteraría, es la mafia y este tipo de cosas no pueden ocultarse tan fácilmente, menos cuando hablamos del matrimonio de uno de los herederos de una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo.

—Hay una explicación—dejo caer mis brazos en mis costados ya que no vale la pena mentirle, a el no.

—Escucho—camina dándonos la espalda y esa es buena señal, cuando está enojado el jamás da la espalda a nadie.

Comienzo a contarle como Evie desapareció por el bosque omitiendo la parte donde nos atacaron en la academia en Nesry Hill, ella se mantiene de pie sin ser capaz de mirarnos, al contrario de mí que miro a mi padre y a ella bajando la mirada por su pierna recién saturada. Detallo como el consejo quiere que me case con la hija del capo irlandés Ciara O'Connor y termino con la última reunión sin mencionar lo de hace unas horas.

—¿Por qué el consejo quiere obligarte a casarte con ella?

—Quieren verme comprometido, si un hombre se compromete con una chica

—Jamás fallaras como capo—termina poniendo los ojos en blanco—, no puedo creer que continúen con esa mierda—gira a ver a Evie—. ¿Estás de acuerdo con esto?

Asiente cuando deja de encajar sus uñas en su brazo con sus ojos llorosos y suspira con pesadez haciendo que me coloque de pie de inmediato pero no logro dar dos pasos.

Mierda, acaba de tener un ataque de pánico a unos metros de mí y ni siquiera lo note.

Así es Evie, el mundo puede continuar su curso pero su mente se queda atascada en una gran nube gris solo abrumándola más y más, el que mi padre este aquí después de mucho tiempo es algo grande para ella, hace que la situación de peligro a la que este sometida sea cada vez más real y pesada.

—Si—camina hacia el otro sillón lejos de mí—, el me da protección y yo solo fingiré ser su prometida, hasta ahí llega el contrato.

—¿Firmaron un contrato?

Asiento.

—¿Tus padres lo saben?

—No—ella niega bruscamente—, no saben absolutamente nada.

Mi padre cruza su pierna izquierda sobre la derecha en forma de cuatro recargando su codo en el sofá mientras nos mira.

—Deben de buscar la manera de burlar al consejo para que la noticia no vaya a los tabloides de los periódicos y revistas si no quieren que esto sea más grande.