Mentiras de cristal

39.-Que es una fiesta sin un poco de sangre derramada.

Advertencia este capitulo contiene escenas de violencia, sangre, etc...(ya saben a lo que me refiero)

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Marthaaa agárrate que van a suceder muchas cosas

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Que es una fiesta sin un poco de sangre derramada.

Kaemon

Horas después de mucho alcohol los hombres miran como trozo de carne a Evie, creen que no los he visto pero tocan su brazo, su espalda ‹‹accidentalmente›› pero ella los aparta bruscamente incomoda de que hagan eso. De que la toquen como si tuvieran el derecho en hacerlo.

—Me imagino que ese vestido no durara ni siquiera dos segundos cuando la tengas a solas—Dareen murmura bajo—. Alguien hará el sin respeto esta noche.

Frunzo mi ceño.

Sin soportar más miro en dirección a mi padre quien pone los ojos en blanco pero asiente.

A esto me refiero, necesito pedir autorización para hacer esto. Patético.

Trueno los dedos haciendo que varias personas miren como mis hombres se acercan dejando al centro al animal del circo en medio del lugar, tomo una copa de champagne y le entrego una a mi prometida. Golpeo la copa con un tenedor llamando la atención de todos haciendo que los músicos dejen de tocar.

Los capos se acercan curiosos y fascinados por el giro de esta noche mientras las mujeres cubren sus ojos escandalizadas.

—Esto—señalo al Lord hijo de puta que aun he mantenido con vida con largas horas de tortura—, es lo que pasa cuando alguien decide tocar lo que es mío. Nadie toca, mira o respira alrededor de mi prometida.

Camino hacia el tirando de su cabello mientras me niego a ver a Evie en esta versión mía cuando entierro mis dedos en las heridas de bala en su cuerpo. Mi respiración se vuelve rápida, el zumbido en mi cabeza aumenta con adrenalina pero me obligó a descargar cualquier impulso de ira con el cuerpo de Liam.

Lo levanto fuertemente de su cabello tirándolo hacia atrás dejando al descubierto su cuello.

—Evie—jadea con voz rota—, por favor, has que se detenga.

—Acaso tú lo hiciste cuando te lo pidió—murmuro muy bajo para que nadie escuche—, pídele perdón.

—L-lo siento—lloriquea—lo siento tanto.

Dejando en claro una sola cosa con la voz más amenazante y ronca que puedo usar sintiendo toda la ira en mi cuerpo hablo.

—Evie Crawford es mía—quiebro la copa en su espalda dejando solo un trozo largo y filoso en mi mano— cualquier amenaza hacia ella es directa para mí, cualquier comentario desagradable lo están haciendo hacia mí, cualquier pensamiento que tengan sobre ella bórrenlo si no quieren terminar igual o peor.

Corto su cuello como declaración de amenaza ante todos y cada uno de presentes pasando por el capo de Irlanda, madame, los capos colombianos, los griegos, los turcos, la bratva y todos aquellos que creen que ella es un cordero que necesita ser salvada.

Quiero que se dobleguen hacia ella con el mismo respeto que hay hacia mi apellido.

El vidrio corta la piel de nuevo haciendo que la sangre brote de su cuerpo provocando que varias mujeres griten y otras vomiten. Lo dejo caer hacia al frente en el charco de sangre, me alejo caminando hacia el otro extremo pero Evie estira su mano dos escalones más alta que yo esperando que la tome.