Seize

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Casser.

El tiempo es un maldito, los recuerdos son unos bastardos y el sentimiento era traicionero, cruel y ridículamente fuerte.

Nunca antes había sentido remordimiento por algo o por alguien. Nunca antes se había arrepentido de hacer algo que en su momento parecía lo correcto, o al menos para él, algo bueno.

Nunca antes se había sentido de esa manera...

No podía dejar de decirse una y otra y otra vez que todo estaba mal. Que todo estaba jodido, que todo se había ido al carajo, que se lo estaba cargando el diablo.

Pero, por una mierda, por más que su mente y su razón le gritaban con enojo que todo había sido un estúpido error, que solo había sido un momento de debilidad por todo lo que ha pasado el último mes.

Que no era más que un bache en una carretera vieja.

Sin embargo, él no lo veía así. Su mente decía una cosa, pero su corazón...

Si tuviera la oportunidad de regresar en el tiempo, ¿A dónde volvería?

¿Al día que lo tomó?

¿Al día en que lo deseo?

¿Al día que lo besó?

¿Al día que dejó de verlo como un "amigo"?

¿Al día en que lo volvió a ver?

¿O al día en que lo conoció por primera vez?

Oh, nunca antes había sentido remordimiento o se había arrepentido de algo.

Y ese era el maldito problema.

Habría sido mucho más fácil recibir un golpe directamente en la cara a escuchar semejante noticia que lo dejo con un terrible dolor de estómago. Seguramente una patada en los testículos o una puñalada en el abdomen lo habrían dejado menos aturdido de lo que ya estaba ahora

Maldita sea, habría esperado a que le dijera que había renunciado a su empresa y ahora estaba siendo cazado por sus parientes, que quizá había atropellado a alguien y que iría a la cárcel o que...le diría que tenía consigo ciertos documentos legales.

Con un demonio, habría preferido mil veces que le dijera que probablemente iría a prisión por culpa de los malditos chupasangres llamados "familia" que lo habían usado de chivo expiatorio. O qué había tenido un accidente automovilístico, pero que ya estaba bien...

Juro que habría esperado cualquier cosa, menos esa palabra.

Engaño.

¿Jeon JungKook, infiel?

¿En qué universo esas tres palabras estarían en la misma oración, hablando de lo mismo?

¿Cómo podría ser?

Hablamos del hombre que, por primera vez en casi toda su vida, reto a su familia para defender su voluntad, su orientación y su enamoramiento por quién se volvió su esposo.

Del mismo hombre que solo lo ha mirado a él en todo lo que lleva de vida.

De ese hombre que, aún con todas las dificultades que han enfrentado, juntos, siempre ha sujetado su mano fuertemente y ha luchado contra cada tache, desaprobación e insulto que han recibido por más de 10 años...

Oh, shit!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora