Secretos de amor (Libro I)

Arribo a Wexshire

Tony se presentó a la cita con una puntualidad inusitada. Estaba nervioso y sentía que no se veía del todo bien. Su traje le quedaba grande, porque había bajado bastante de peso en aquellos meses; pero esperaba que aquello no influyera mucho. Necesitaba ese empleo. Sin importar qué, debía conseguirlo.

Una secretaria lo hizo pasar a una oficina. No había nadie ahí, así que se sentó frente al escritorio en espera de que alguien llegara, mientras tanto, se estrujó las manos, nervioso. Al fondo de la oficina había otra puerta, tras la cual Steve lo observaba a través de una mirilla.

—¿Es él? —le preguntó Bucky.

Steve se apartó de la puerta y dio media vuelta.

—Es él —dijo y se dirigió a su propio escritorio.

—¿Qué quieres que hagamos? —le preguntó Sam.

Steve se sentó frente al escritorio y revisó una vez más el currículo que Sam le había llevado.

—Parece que tiene buenas credenciales, démosle la oportunidad. Estoy seguro que a mi hija le encantará no tener otra institutriz.

—Sharon te matará—dijo Bucky.

Steve sonrió de medio lado y se encogió de hombros.

—Es para educar a mi hija, no a mi esposa.

Bucky sonrió, tomó entre sus manos el currículo de Tony y se dirigió a la oficina donde éste estaba.

Tony se irguió cuando lo vio entrar y respiró profundo. Bucky se sentó del otro lado del escritorio, desde el cual le dirigió una leve sonrisa al joven omega.

—Buenas tardes, Mr. Stark —dijo leyendo —. Me presento, soy James Barnes, secretario particular y mano derecha de su excelencia el conde de Sternglas.

Tony asintió y saludó tímidamente.

—Su excelencia me ha solicitado buscar un profesor instruido en ciencias para educar a su pequeña hija. Y por lo que veo en su hoja de vida, usted cumple con ese requisito. ¿Ha trabajado con niños antes?

Tony tomó aire.

—Yo... no... pero he convivido con niños, no me llevo mal con ellos. Le aseguro que puedo hacerlo.

Bucky asintió.

—¿Cuál es su especialidad?

—La mecánica, las matemáticas. También toco el piano y puedo aprender cualquier cosa rápidamente, lo que sea necesario.

Bucky volvió a asentir.

—¿Dónde adquirió sus conocimientos?

—Mi padre me contrató profesores particulares, como soy... omega, era difícil que me inscribiera en alguna escuela.

—¿Tenía una buena posición económica, Mr. Stark?

Tony asintió.

—Pero mi padre murió endeudado. Y he tenido que venir a Londres a buscar empleo, porque en mi pequeño pueblo, resultó imposible.

Bucky asintió de nuevo.

—¿Tendría algún problema en viajar? La familia de su excelencia se encuentra en la casa de campo en Wexshire, a las afueras de Londres.

—No, ningún problema —Tony incluso lo prefería. Sabía que las casas de campo de los nobles se encontraban por lo general lo bastante aisladas como para convertirse en un buen lugar para esconderse.

—De acuerdo —Bucky se levantó de nuevo y le pidió esperar.

Regresó a la habitación donde Sam y Steve aguardaban.