Exterior. (Dreamnotfound)

2

Los días siguieron transcurriendo con normalidad, solo que está vez George esperaba todas las tardes en la ventana a que el rubio pasará. George pensó que después del primer día que se hablaron ya no volvería a ver más al rubio, pero se equivocó y fue una total sorpresa verlo al siguiente día a fuera de su casa esperándolo. Claramente después de eso se volvió una costumbre esperar a Dream todas las tardes.

George agradecía que ninguno de sus padres se diera cuenta que seguía abriendo la ventana, y peor aún, había conocido a alguien. Sabía que si sus padres se daban cuenta (más que nada su mamá) sellarían la ventana para siempre y George no quería eso, él quería seguir platicando con Dream. Se le había hecho muy buena persona y le gustaba hablar con él. El rubio era muy divertido y siempre tenía un tema de conversación, jamás te podías aburrir con él, solo así ya no se sentía solo.

Ahora mismo estaba en su ventana esperando a que el rubio llegara, sabía que no tardaría mucho en hacerlo. Y así fue, Dream venía caminando tranquilamente, pero al parecer también venía comiendo algo.

—¡HOLA GOGY!— grito Dream quien saludaba al castaño.

George se pellizco el puente de la nariz con algo de desesperación por ya haberle dicho muchas veces a Dream que no gritara, o de lo contrario sus padres lo escucharían.

—Tienes tu cara manchada de lo que sea que estés comiendo— dijo George al ver la cara sumamente manchada de Dream.

El rubio rápidamente saco su teléfono para ver su reflejo y limpiarse con algo de vergüenza.

—Lo siento, soy muy torpe comiendo chocolate— contesto el pecoso.

—¿E-estas comiendo chocolate?— pregunto el castaño.

—Si... ¿Por qué? ¿Quieres?—

George rápidamente abrió sus ojos de la sorpresa, en su vida había visto lo que era y sabía el chocolate, lo había escuchado un par de veces salir de la boca de su papá, él solía decir que el chocolate era un dulce demasiado delicioso. George jamás comió uno por su mamá, ella tenía prohibido el chocolate en la casa, y no solo eso, si no muchos más dulces.

—Nunca he comido chocolate— contesto con vergüenza.

—Estas de broma, verdad? No es posible que jamás hayas comido chocolate—

George negó, dando a entender que si era cierto.

—Mi mamá me tiene prohibido comer dulces, jamás he probado el chocolate y otro tipo de cosas— murmuró con vergüenza por su declaración.

Dream suspiro con algo de decepción y enojo, él sabía que la mamá de George era algo especial con el castaño, pues en más de una ocasión George le contó muchas cosas que ella no le dejaba hacer; Por ejemplo, no podía salir nunca de su casa, no podía hablar con las personas, no podía tener mascotas y entre muchas cosas más. Él ni siquiera conocía a la mamá de George y ya la odiaba, ella al parecer privaba a George de demasiadas cosas, pobre del castaño por estar viviendo una vida tan aburrida, pero ya no lo sería más porque él ahora estaba aquí para hacer su vida más divertida.

—Vamos amigo, te lánzare uno para que lo pruebes, verás que el chocolate es lo mejor del mundo— dijo Dream sacando una pequeña barra de chocolate de su mochila.

Al castaño se le iluminaron los ojos y rápidamente asintió. Era momento de probar aquel dulce del que tanto hablaba su papá.

Dream lanzo el dulce para que George lo pudiera agarrar. El castaño lo tomo entre sus manos y no dudo en ningún momento en abrirlo. Admiro por unos largos segundos el dulce para después olerlo, tenía una olor tan exquisito que podía olerlo todo el día, pero lo que más ansioso lo tenía era su sabor, quería probarlo, pero también tenía miedo de que su mamá se diera cuenta.

—Anda, comelo o se te podrá
derretir— hablo Dream notando cómo George lo miraba con tanto deseo pero también culpa.

El castaño llevo el dulce a su boca, comiéndoselo de un mordisco. El sabor se sentía tan fenomenal que esperaba que jamás se terminará, era tan suave y dulce. Sin duda eso era lo mejor que podía haber probado en toda su vida.

—Sabe demasiado bien, es lo mejor que he probado— susurro George aún procesando el sabor.

A Dream se le formó una gran sonrisa por ver la reacción de George, ahora sin duda todos los días le traería un dulce para que lo pudiera comer, le gustaba ver al castaño feliz.

—Mañana te traeré otro, ¿quieres un chocolate u otro dulce diferente?— pregunto el rubio.

George lo pensó por un momento. El chocolate ya lo había probado y se le hizo demasiado rico, pero también quería probar otro dulce, tal vez sería mejor otro dulce.

—Mmm... Otro dulce estaría bien— dijo George.

—Esta bien, mañana de traeré un dulce diferente—

Después de aquella pequeño charla cambiaron de diferente tema, ahora platicando de lo que habían hecho el resto de día.

-

Dream ya había llegado a su casa desde hace un par de horas. Estaba feliz de hacer un nuevo amigo, porque sí, él ya consideraba a George como su amigo. Desde un principio le cayó muy bien y quiso hablar más con él, algo le llamo mucho la atención del chico castaño, había algo en su mirada que hacía que quisiera saber más de él, y claro que quería descubrir que era eso.

No sabía cuál era el motivo por el cual aún seguía yendo a ver a George, simplemente le gustaba hacerlo y hablar con él, con tan solo escuchar su voz podía alegrar sus días, y eso era extraño porque apenas hace un par de días que lo conocía y ya tan rápido le había agradado. Sin duda algo estaba haciendo bien el castaño para que ya lo quisiera tener a su lado.