Exterior. (Dreamnotfound)

13

—Clay, ¿podemos ir al parque hoy? Por favor, prometo portarme muy bien— suplico el pequeño pelinegro.

El rubio no podía negarse a eso, así que gustosamente acepto, haría todo por su pequeño hermano.

—Claro que si. Y sabes? no vendría mal comernos un helado—

Ranboo felizmente salto en su lugar.

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Después de pasar toda la tarde en el parque con Ranboo, volvieron a casa, su padre no tardaría en llegar del trabajo.

Cuando llegaron, Dream fue a la cocina para preparar la cena. El día de hoy no había venido la señora que hacía la comida, y él no quería que su papá comprara comida rápida, eso no era saludable para ninguno de los tres, pero sobre todo para Ranboo.

Se lavo bien las manos y decidió hacer unos macarrones con queso, un platillo favorito que compartían los tres.

Hizo todo el procedimiento de la comida, después de eso, lavo los trastes y acomodo la mesa para cuando llegara su padre todo estuviera listo.

Y no fue una coincidencia escuchar el sonido de la puerta abrirse, después de eso escucho los rápidos pasos de Ranboo.

Dream sonrió para sus adentros y fue hacia su papá para saludarlo.

—Bienvenido a casa, ya hice la cena— hablo con una sonrisa en su rostro.

El hombre mayor le devolvió el saludo para después susurrar un suave "Gracias".

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Dream ya se encontraba en su habitación, hace un par de horas que ya había cenando y se supone que también ya debería de estar durmiendo, pero simplemente no podía, había un sentimiento de angustia que no lo dejaba conciliar el sueño.

No quería ser un jodido paranoico, pero ese sentimiento de angustia le decía que algo malo iba a pasar, no sabía de que se trataría, pero se hacía una pequeña idea de que tal vez tendría que ver con George.

Y hablando de su lindo novio, no lo había visto desde la última vez que salieron, que eso fue aproximadamente dos días, solo hablo con él por mensaje.

Era una jodida miseria que solo así pudieran verse. Escapando y escondiéndose de los demás para que su noviazgo fuera bien y no les afectará. Se estaba cansando de la misma mierda de siempre, todos los días subir un jodido árbol con cautela para que no lo descubrieran y hacer un caos. No estaba cansando de estar con George o ser su novio, estaba cansando de todos los obstáculos que se interponían en su relación, pero por George era capaz de hacer todo, así sea aguantar miles de cosas, lo haría por su británico.

Pero también había un pensamiento que no lo dejaba en paz. Desde aquel día en salieron por última vez, él estaba pensando en una solución, entonces apareció un pensamiento  en su cabeza, fue demasiado difícil desaparecerlo, pues ahí seguía como un chicle pegado a una suela de zapato.

El pensamiento de tomar la mano de George y escaparse, era algo jodidamente tentador. La idea de dejar todo atrás y comenzar nuevamente lejos de los padres del británico le hacía desearlo cómo nunca, también era una idea que le producía un poco de terror, pero si todo era por el bien de ellos dos, entonces no importaba el miedo.

Si la gente se diera cuenta de ese pensamiento lo llamarían loco, pero aún más les daría terror si se dieran cuenta que hasta ya hizo un plan para poder irse juntos. Era algo riesgoso y tenían muchas desventajas, pero si todo salía a la perfección, podrían ser libres y felices para siempre.

Aunque aún faltaba lo más importante y eso era saber si George aceptaría escaparse con él, escaparse a algún lugar en donde ni el mismísimo Dios los pudiera encontrar.

Y esa era una de las partes que más lo hacía dudar, tal vez por eso también era el insomnio que tenía, no era solo un pensamiento que atormentaba su cabeza, sino que también había mucho más detrás de todo eso.

No se dio cuenta en qué momento empezó a llover, solo escucho las pequeñas gotas de agua golpear contra su ventana, sintió el frío recorrer por todo su cuerpo y mejor decidió acurrucarse entre sus sábanas para obtener más calor, y tal vez, solo así podría conciliar el sueño.

Poco a poco fue cerrando sus ojos, y cuando ya estaba por caer en los brazos de Morfeo, su celular empezó a sonar.

Rápidamente se despertó y lo tomo, notando que se trataba de George, pues con más razón contesto la llamada.

—¿George?— preguntó con un tono de preocupación en su voz.

—¡DREAM! ¡NECESITO TU AYUDA!— grito George apunto del colapso.

El rubio no sintió en qué momento se levantó, ni tampoco en qué momento salió de su casa, no importaba si estaba lloviendo o iba descalzo, George necesitaba de su ayuda.

—En unos segundos estaré llegando, mant...—

—N-no estoy en m-mi casa— susurro George lo más bajo posible.

Entonces Dream se detuvo por un momento, ¿Cómo carajos George no iba a estar en su casa? ¿En dónde se supone que estaba?.

—George, mándame tu ubicación ahora mismo— demando Dream con los nervios a flote.

Estaba nervioso y asustado, no sabía dónde estaba George y tampoco sabía que le había sucedido, ahora mismo necesitaba tantas respuestas para sus cientos de preguntas que tenía, pero no era el momento, primero debía de asegurarse que George estuviera bien.

En pocos segundos un mensaje llegó, era la ubicación que el castaño le había mandado.

Dream rápidamente vio la ubicación y no dudo en ir. Quedaba a 30 minutos de su casa, pero daba igual, lograría llegar para ayudar a George.

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El castaño estaba temblando y llorando del miedo. No debió de haber escapado, no debió de salir de su casa, su mamá tenía razón al decirle que el exterior era muy malo.

Todos los pensamientos negativos de George estaban apareciendo, eso lo estaba llevando al colapso. George solo quería que Dream llegará y lo abrazara.

Cada vez su respiración se iba haciendo más y más rápida. No podía contener su miedo, estaba solo en un lugar totalmente desconocido, sin Dream, ni nadie a su lado. Lo que todavía lo mantenía un poco seguro, era saber que Dream pronto llegaría.

Grito cuando unos grandes brazos lo envolvieron en un cálido abrazo. Su vista estaba nublado por las lágrimas y veía un poco borroso a la persona que lo estaba abrazando, no fue hasta que él habló.

—Todo está bien, cariño. Ya estoy
aquí— susurro Dream en un intento de calmar a George.

El castaño rompió a llorar fuertemente, su chico estaba aquí para protegerlo y ayudarlo. Ahora podía sentirse seguro en los brazos de Clay.

Se mantuvieron abrazados durante un par de minutos, hasta que tuvieron que romper aquel abrazo, pues la lluvia cada vez estaba más fuerte y se estaban mojando mucho.

—Lindo, te llevaré a mi casa. Aquí hace mucho frío— dijo el rubio en un susurro.

George solo asintió, no paraba de llorar, solo que ahora su llanto era menos fuerte.

Dream condujo a George a su casa. Cuando estuvieran ahí, Dream le preguntaría que había pasado.