Exterior. (Dreamnotfound)

10

—¡George! ¡Ve por algunos vegetales al jardín, por favor!— grito su madre desde la cocina.

Los ojos de George no tardaron en iluminarse, hace mucho tiempo que no salía al jardín. Trataría de aprovechar la oportunidad para poder explorar más el jardín.

—¡Esta bien, mamá!—

George salió con los guantes que solía ocupar para extraer los vegetales de la tierra y no mancharse las manos.

Al momento de salir un pequeño rayo de sol dió contra su cara. Sonrió un poco por sentir la calidez de aquello, no recuerda cuando fue la última vez que salió al jardín.

Sin duda había extrañado esto.

Se dirigió hacía los cultivos con emoción. Su jardín era demasiado grande y había muchos vegetales que no sabía por cual empezar, aunque tenía que apresurarse para poder echar un vistazo a los alrededores.

Decidió que lo mejor sería empezar por las papas.

-

Al terminar de recoger los vegetales y ponerlos en la canasta que había traído consigo, empezó a mirar los alrededores con mucho cuidado para que su mamá no lo descubriera.

Todo seguía siendo igual, el jardín de los vecinos seguía triste y descuidado. Había muchas hojas secas en el suelo. Esas hojas parecían no ser recogidas desde quien sabe cuando.

Era un poco lamentable, pero tampoco es como si le importará o pudiera hacer algo.

—¡GEORGE!— grito su madre
furiosa. —¡SOLO TE PEDÍ QUE RECOGIERAS VEGETALES, NO QUE ESTUVIERAS DE CHISMOSO VIENDO EL JARDÍN DE LOS VECINOS!—

George se encogió en su lugar con vergüenza, vergüenza por lo que había dicho su madre, pues los vecinos pudieron haber escuchado y lo podían tachar cómo un chismoso, cuando claramente él no lo era, solo estaba mirando un poco sus alrededores.

—Y-yo ya me ib...—

—¡Cierra la boca y vete ahora mismo a tu habitación! ¡No quiero que salgas de ahí hasta que yo te lo diga!—

Frunció su ceño y asintió. Fácilmente podía desobedecer a los castigos que ella le daba, al final lo trataba como su gana le daba, porque según ella era por su "bien", cuando claramente lo único que hacía era tenerlo como un prisionero en casa.

Estaba cansado de su mamá, y tal vez antes de seguir sus órdenes la molestaría más.

—¡Que te jodan, mamá!— grito, mientras aventaba la canasta de verduras y salía corriendo a su habitación.

Cuando llegó cerró la puerta con seguro, porque claramente no tardó en que ella apareciera tratando de abrir la puerta mientras le gritaba muchas cosas que ahora mismo para él no eran muy importantes.

—Vieja loca— murmuró para si mismo.

Y tenía razón, su mamá estaba loca por no dejarlo salir y todavía enojarse cuando él solo trataba de disfrutar un poco el exterior. Si tan solo supiera que ya hasta tenía un novio y había salido con él al centro comercial.

Sin duda ella se volvería totalmente loca y sería capaz de construir una muralla para que él nunca más pudiera salir de casa.

—¡Abre la puerta! ¡Sino la abres te irá mucho peor cuando llegue tu padre!—

George la siguió ignorando. Aquellas amenazas estaban vacías, era conciente de que su papá nunca le haría nada. Él jamás le daba importancia a lo que George hacía, con tal de que se mantuviera con bien, nada más importaba para su padre.