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Dream ya había salido de la escuela. Hoy era su último día en ella, porque empezaban las vacaciones de verano, y eso le ponía más feliz porque tendría mucho más tiempo para ver a George.

Ahora se encontraba caminando hacía la casa del castaño, ya que ayer no pudo pasar a verlo porque su papá fue por él, pero hoy si podía.

Llevaba dos dulces para su amigo, se sentía mal de tan solo pensar que se quedó esperándolo.

Al llegar noto que la ventana estaba cerrada, y no había señales de George. No podía llamar su atención gritando o tirándole una pierda porque eso haría que los padres de George se dieran cuenta. Su vista cayó en el árbol que estaba justo enfrente de la casa. Había una rama que daba directamente a la ventana del castaño.

En menos de nada ya lo estaba escalando, no se le hizo difícil hacerlo, solo era cosa de no ver hacía bajo. Ya cerca de la ventana, pudo visualizar a un George que  estaba acostado sobre su cama mientras se tapaba la cara con la almohada. Rió un poco y después tocó la ventana.

Eso llamo la atención del británico que casi se desmaya al verlo.

—Dios mío, ¿que haces ahí? Te puedes caer y lastimar— dijo mientras abría rápidamente la ventana.

—Noté que tú ventana no estaba abierta, es por eso que subí hasta
aquí—

—Pensé que no vendrías porque ayer no lo hiciste—

—No vine porque mi papá fue por mi, pero créeme que no te podrás deshacer de mi tan fácil, Gogy—

George se extraño por el apodo, pero lo dejo pasar.

—Mira lo que te traje— hablo Dream mientras sacaba los dos dulces.

Los ojos de George brillaron y no dudo en tomarlos, comiendolos con demasiado deseo como si fuera lo último en el mundo. Daba igual si su mamá se enteraba de que había vuelto a comer dulces.

Mientras George estaba distraído comiendo, Dream no perdió el tiempo y se metió al cuarto del británico. Mirando a su alrededor con curiosidad.

—Hey! No dije que podías
pasar— dijo George con la boca llena de chocolate.

—Vamos Gogy, solo quiero conocer tu habitación—

Dream se dispuso a ver cada detalle de está, notando cómo todo estaba muy bien ordenado, aunque también notó como George tenía muchos libros.

—Este libro es genial, no pensé que tuvieras buenos gustos— Dream había tomado un libro de la estantería.

—Hace tiempo que mi papá me lo regaló— contesto con desinterés.

Dream se quedó admirando el libro por unos largos segundos, hasta que se le ocurrió una idea genial.

—Oye George, ¿alguna vez has pensado en salir de aquí?— pregunto Dream con malicia.

—No, ¿por qué?— dijo el castaño quién se limpiaba su boca con una servilleta.

—Mhm... Tal vez estos días estuve pensando en una idea muy genial— claramente estaba mintiendo porque la idea se le acababa de ocurrir, era algo que no le diría a su amigo.

—¿Y cuál es esa idea tan
genial?—

—Sacarte de aquí, quiero que puedas conocer un poco la ciudad y veas lo increíble que es. ¿No crees que eso suena
genial?— la idea de Dream era muy riesgosa, pero no le importaba.

George lo dudo, su mamá siempre le decía que el exterior era muy peligroso y el día en que llegara a salir podría morir porque la gente era muy mala, y por eso temía del mundo. Pero tal vez ella le mintió como muchas veces lo solía hacer, tal vez ella no tenía razón, pues Dream no era malo con él, al contrario, lo trataba mucho mejor de lo que podías imaginar. Al final si salía su mamá no se daría cuenta, y si lo hacía le daba igual, ella ya le había quitado lo que más le gustaba.

Exterior. (Dreamnotfound)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora