Donde Jungkook solamente quería una cuenta de HBO para poder ver su serie favorita.
O donde Jimin descubre que alguien que no es él está usando su cuenta de HBO sin permiso.
•Jikook/Kookmin
•Parejas secundarias (Sope, Taejin)
•Social media + Narra...
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*Flashback*
—¡Deja de robar!—esas palabras, o más bien, gritos, resonaban por todos los pasillos del instituto.
Yoongi corría con toda la velocidad que sus piernas le permitían, debía llegar al club de radio y sacar a Jimin de la cabina antes de que se hiciera un escándalo más grande. La voz de Jimin se escuchaba por los parlantes, y si le preguntan, no se entiende nada más que solamente maldiciones.
No entendía la actitud de Jimin, solamente era una cuenta para ver películas y series, nada grave... Aunque bueno, la cuenta la paga Jimin, así que, quizá al rubio no le gustó darse cuenta de que alguien más estaba usando su cuenta y gratis. En fin, no era momento de pensar en eso, primero debía sacar a Jimin de ahí.
Una vez que llegó, encontró la puerta abierta y a dos chicos en pánico sin saber qué hacer. Bufó rodando los ojos sin poder creer que ni siquiera pudieron tomarse la molestia de intentar detener el caos. Caminó hacia la puerta de la cabina y sin pensarlo, entró.
—¡¿Sabes orar?!—Jimin preguntó gritando. La persona que estaba recibiendo aquellos gritos, Jungkook, solamente atinó a asentir con la cabeza.—¡Pues órale a la verga!
Yoongi se tuvo que aguantar la risa al escuchar eso.
A veces Jimin es tan ridículo, pensó.
No esperó a que el rubio siguiera con toda la escena que estaba montando, y habló:—Jimin.
El nombrado al escuchar esa voz, volteó y sorprendido miró a Yoongi, ¿cuánto tiempo lleva aquí?, se preguntó.
—Oh, hola, Yoongi—saludó dulcemente.—Ya me iba, ya terminé aquí—dijo dirigiéndose a la puerta, y agregó:—pero, espero una disculpa. No está bien lo que estás haciendo—dijo serio, en dirección a Jungkook, quien lo estaba mirando fijamente tratando de entender a qué se refería.
Una persona más entró a la cabina impidiéndole a Jimin y Yoongi salir de una vez por todas.
—Ya estoy con ellos, Seokjin hyung.—Hoseok decía con el celular pegado a la oreja. Asintió, retiró el aparato y presionó un botón para luego ponerlo frente a Jimin.—Me pidió que lo pusiera en altavoz—aclaró—, hyung, ya puedes hablar.
