🎃 Capítulo 30 🎃

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Un minuto entero de gritos y personas asustadas. Taehyung, Seokjin y Hoseok estaban abrazados y sentados en lo que ellos pensaban que era un sofá de la sala en la que se encontraban. No lograban ver nada, solamente sabían dónde estaban parados por la poca luz de luna que entraba por la ventana de la oficina.

Jimin y Yoongi trataban de hacer llamadas pero todas marcaban que no había señal. Jungkook revisó la entrada de la dirección y descubrió que estaba cerrada, lo que aumentó su pánico.

—Ay no—se llevó las manos a la cabeza—¡Ay no, nos quedamos atrapados!—recargó su espalda en la puerta, no mucho, ya que las alas de su disfraz estorbaban un poco, y se deslizó hasta quedar de trasero en el piso.

—¡¿Qué?!—Yoongi no podía creer lo que acaba de escuchar.

—La puerta no abre—lloriqueaba el pelinegro.

—A ver, tranquilos—Jimin trababa de aligerar el ambiente—Podremos salir de aquí—dijo no muy convencido.

—Oh, en serio, ¿y cómo?—preguntaba un Taehyung esperanzado. Pero se desilusionó cuando no recibió respuesta alguna.

Todos estaban asustados. Ni siquiera la música de la fiesta se escuchaba, aunque tenía sentido ya que la cancha y la dirección estaban de extremo a extremo

Un rato después ya se habían dado por vencidos.

—Vean el lado positivo, no estamos solos—Jin trataba de verle el lado bueno a la situación.

—Es verdad. Si me hubiera quedado solo con Yoongi en la oficina no sabríamos qué hacer—comentaba Hoseok.

—Ahorita tampoco sabemos qué hacer y somos seis en total—dijo Min con fastidio.

—Pero no estamos solos—Jung le lanzó un guiño, causando que el chico desviara la mirada por la vergüenza.

Estaban todos sentados cerca de la puerta de la oficina, entraba la luz de la luna desde una de las ventanas, demasiado ligera, pero les lograba calmar el susto. No querían separarse, la oscuridad les asustaba, a unos más que a otros pero les asustaba al fin y al cabo. Esperaban que alguien allí afuera -Namjoon- se acordara de ellos, y los sacaran de ahí.

Trataron de matar el tiempo haciendo preguntas -muy aburridas, por si preguntan-, hablando sobre cómo se les ocurrieron sus disfraces. Incluso empezaron a interrogar a Yoongi y a Hoseok del por qué se "desaparecieron" así y se habían venido a encerrar en la oficina del director.

Jimin estaba preocupado por dos razones, estaban encerrados, y nadie estaba supervisando la fiesta, solamente esperaba que nada estuviera saliendo mal porque se atormentaría por eso eternamente hasta graduarse. Ahora se encontraba un poco relajado mientras recibía caricias en las palmas de su mano que eran ofrecidas por Jungkook.

Podría acostumbrarme a esto, pensó.

Todo estaba absolutamente bien, pero sus alarmas se encendieron cuando escucharon un sonido extraño desde el fondo de la sala de estar, en alguna esquina de ésta. Cada uno de ellos voltearon hacia donde provenía aquel sonido. Se escuchaban mastiques, pero no eran como los de un humano, o al menos ellos no lo relacionaron con el de uno.

Estaban asustados hasta el culo. Se habían juntado aún más y nadie tenía planeado ir a revisar qué era, simplemente esperaron a que el sonido se detuviera. Una vez que no se escuchó más, los seis suspiraron de alivio. Nadie dijo nada, se quedaron callados, tratando de calmar sus pobres corazones acelerados.

Pero claro, la calma no podía ser tanta, porque segundos después escucharon toques provenientes de la oficina, cerca del escritorio. Cometieron el error de pensar que ya no podía ser peor, porque después la luz de luna dejó de entrar por la ventana, pues una nube se había puesto sobre ella, y no planeaba moverse de ahí en un buen rato. Ellos ya no querían estar ahí.

¡Deja de robar! || JK/KM AU ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora