XXIV: Daños del Pasado, Planes del Futuro.

3.2K 339 63
                                    

POV Juliana

No existe una mejor forma de sanar el alma que en los brazos de mi mujer y escuchando que susurre en mi oído que me ama y desea pasar el resto de su vida a mi lado. Después de visitar la cárcel, y hablar con el hijo de puta de Sanders, mi alma quedó golpeada y maltrecha. La verdad sobre Martha era difícil de digerir y entender, ¿era una víctima o una victimaria? ¿se metió en todo esto para salvarnos a nosotros o por ambición? Eran muchas preguntas y pocas respuestas, así que solo una profunda investigación policial arrojaría la luz necesaria al respecto.

Cuando regresé a casa, un poco más temprano que de costumbre, Val me recibió emocionada y agradecida por las flores, así que se colgó a mi cuello y nos besamos apasionadamente por un rato y luego nos fuimos a tomar un baño antes de la llegada de mi padre. De cierta forma creo que ella intuyó, por lo contrariado mi rostro, que no me encontraba del todo bien y quiso ayudarme a soltar un poco de estrés. Para ello preparó un delicioso y relajante baño caliente, con sales y burbujas de lavanda y vainilla, siendo honesta pocas cosas hay tan satisfactorias como sus masajes en mi cuello y sus mimos.

En la tina, sin poder contener nuestros más primarios instintos, nos entregamos una a la otra. Su boca recorrió cada parte de mi cuerpo con sus besos voraces, sus delicadas caricias y sus dedos me llevaron al profundo abismo del orgasmo. Es maravilloso el efecto que tiene sobre mí, la manera en que sus dedos conocen mi interior y me hacen sentir fuegos artificiales, esa mujer es perfecta en todos los ámbitos de la vida. Que afortunada soy de tenerla conmigo, de que me ame y quiera ser mi compañera para siempre.

A pesar del delicioso sexo que tuvimos, conocía lo suficiente a mi prometida como para saber que estaba muy nerviosa por conocer a mi padre, no lo demostraba, se mantenía en calma, pero yo sabía que en su interior tenía dudas y miedos y era entendible. No siempre conoces a tu suegro.

- Te prometo que mi papá te va a adorar, él sabe que te amo con todo mi ser y muere por conocerte - le dije sonriendo para ayudar a sus nervios. Habíamos salido del baño, pero permanecimos abrazadas en el sofá frente a la ventana de nuestro cuarto.

- Espero causarle la mejor de las impresiones, sé lo importante que es el señor Valdés para ti, quiero que sepa que te amo y que voy a cuidar de ti siempre - respondió y sonrió con sus ojitos preciosos.

- Amo que me quieras cuidar, ya verás que mi padre quedará complacido por lo feliz que me hace, mi vida - nos besamos despacio y luego fue subiendo la intensidad, pero ella detuvo mi avance.

- No podemos, amor, ya casi es hora de que tú papá llegue a casa y lo que menos deseo es que escuche mis gritos mientras hacemos el amor - dijo despacio y yo reí porque era conciente de que ella tenía razón. Debíamos vestirnos y prepararnos para la llegada de mi padre.

Cuando estuvimos listas, bajamos a la sala donde nos esperaba Soledad, quien también conocería a mi padre pues, por desgracia, nunca se habían dado las condiciones de que se vieran antes. Unos quince minutos de conversación entre las tres, básicamente de temas de la boda, y Joseph llegó con él. Apenas lo vi pensé en lo mucho que lo había echado de menos, la falta que me hace desde que se fue a vivir al otro lado del mundo, lo maravilloso de su amor y sus enseñanzas. Es un tipo increíble, lleno de buenos sentimientos, respetuoso, simpático y paciente como nadie.

- Que dicha tenerte por aquí, después de tanto tiempo – dije al abrazarlo, la manera en que amo a ese hombre es otro nivel, es el ser humano más lindo que he conocido – Te he echado un montón de menos, gracias por venir.

- También te extrañé, hija, es maravilloso verte de nuevo – respondió dejando un beso en mi mejilla. Sé que parece un poco dramático, pero seis meses sin verlo es una eternidad.

Azul De NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora