POV Juliana
Las 10:50pm marcaba mi Rolex de pulsera cuando Joseph, mi conductor personal, estacionó frente a "The Paradise". Lugar que emana seducción, poder, misterio, sensualidad. Donde todos vamos en busca de hacer realidad nuestras fantasías y deseos más oscuros y primitivos, lo cual es curioso en extremo puesto que allí nadie puede tener sexo o tocar a las hermosas damas. Las bailarinas se limitan a danzar frente al público a cierta distancia o, como es mi caso, ofrecer sesiones privadas en aquellos no tan espaciosos, pero elegantes y cómodos, cuartos con paredes cubiertas de terciopelo rojo e iluminados especialmente para resaltar la figura y belleza de quien está en el pequeño escenario. Ellas solo mueven sus caderas y utilizan sus artefactos preferidos, como espadas, candelabros y demás, haciéndonos enloquecer, despertando nuestros bajos instintos y las ganas de poseerlas. Es como si fuésemos masoquistas, como si nos gustara sufrir por ver y no tocar. Como si de allí naciera nuestro placer.
- ¿Paso por usted a la misma hora, señora Valdés? - pregunta aquel hombre y no sé qué responder. Casi siempre Azul baila para mí por una hora mientras disfruto de mis Long Island tea, pero quiero pensar que esta noche será especial puesto que a medianoche es mi cumpleaños y ella lo sabe perfectamente. O lo habrá olvidado. Mi corazón late nervioso ante aquella posibilidad, pero decido mejor acallarlo y no darle importancia.
- No lo sé Joseph - respondo con calma y acomodo mi camisa blanca antes de ponerme mi chaqueta gris a juego con mis pantalones. No me juzguen ya les había comentado que soy fanática de los trajes hechos a medida - te avisaré cuando esté lista para irme.
- Pásela muy bien en su celebración - me mira a través del retrovisor y sonríe cómplice. Es de las pocas personas que sabe de mi afición por este lugar, de mi obsesión por esa mirada azulada que me pone de rodillas, ha sido parte de este ritual nocturno todo este tiempo. Una vez le conté de Azul y todo lo que pasaba allí con ella y me respondió que el amor funciona en cada uno de distinta manera, pero que al final es el mismo sentimiento solo que con variada intensidad.
- ¡Gracias!
Bajé del coche y me dirigí a la entrada del establecimiento, de inmediato el portero me reconoció y pude ingresar. Fui recibida por una de las meseras que, amablemente y con una sonrisa, me entregó una copa de bienvenida, tomé toda de un tirón. En cierta forma necesitaba que el alcohol quemara mis dudas y nervios y me permitiera disfrutar de aquella noche junto a ella. Después de todo era lo único que deseaba.
- Llévame un Long Island al privado de Azul, por favor - pedí con seguridad mientras me adentraba en aquel pasillo que me llevaba hasta ella. Hasta mi perdición favorita. La más perfecta de mis locuras.
Por si se lo preguntan Azul no baila para nadie más, no pisa el escenario. No desde aquella vez que la vi frente al público y casi muero de celos y rabia por ver todas esas miradas, lascivas y deseosas, sobre su cuerpo. Le pedí que no lo hiciera nunca más y que yo pagaría todas sus presentaciones diarias, ella solo sonrió y negó con una sonrisa.
- No quieres que nadie vea mi arte, eso es como enjaular un ave. Me quieres cortar las alas - me miró intensamente.
- Jamás te enjaularía, amo tu arte y todo lo que haces. Solo quiero que vueles a mi alrededor - con la suplica en mis ojos y mi voz - Que me cautives y me enloquezcas solo a mí.
- ¿Es tu ego hablando por ti o son celos genuinos, Juliana? - preguntó sonriente y yo no podía quitar mi mirada de su abdomen y piernas al descubierto.
- Siento celos, parece tonto, pero no lo es - quería tomar su mano y ponerla en mi pecho para que sintiera como latía mi corazón, sin embargo, no podía hacerlo y lo sabía. Son las reglas del juego y las acepté desde el principio - No quiero que te vean, no de esa manera como hace un rato.

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Azul De Noche
أدب الهواةUna abogada perdidamente enamorada busca desesperada una oportunidad con, quien está segura es el amor de su vida, una misteriosa y enigmática bailarina de la cual siquiera conoce su nombre. No le importa su pasado, solo quiere tener un presente y c...