Capítulo 33

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¿Dónde está? ¿Será que no vendrá hoy? Era lo que se preguntaba la latina, alternando su mirada de la ventana al techo. Sentía ansiedad, palmeaba su abdomen con movimientos nerviosos. ¿Y dónde carajo estaba Lucy Vives? Pues sí, ayer estuvo todo el día con la castaña, fue una de las mejores tardes de su vida. Mejor incluso que aquella vez en donde Camila y ella fueron a un concierto de Ed Sheeran. (Eso es felicidad pura entonces)

Lucy era el ser más adorable que la latina hubiera conocido en su vida, punto. Ser su amiga era más difícil que pasar el semestre de Biología y Cálculo, juntos. La castaña ayer había intentado un millón de veces abrazarla, pero al final se avergonzaba y terminaba mirando a otro lado.

Verónica siempre quedaba frustrada, pero ella tampoco se atrevía a dar ese paso.

En cambio, duraron horas mirando las películas y series favoritas de Lucy, la castaña tenía un buen gusto y eran entretenidas. Y al final, no. Verónica no tuvo las agallas suficientes para agarrar su mano y acercarse a Lucy, como ella hubiera querido. (Pues miren, nos salió gallina)

Después, en el atardecer cuando Lucy estaba marchándose, fue una despedida tímida por parte de las dos y la promesa de la otra chica en regresar al día siguiente. Y vaya mierda, ya eran casi la una de la tarde y Lucy aún no aparecía. ¿Qué sucedía? La excusa del tráfico abarrotado no le serviría de mucho, si sus casas estaban al otro lado de la calle. ¿Será que... ya no me quiere tanto?. Fue lo primero que se le ocurrió, luego recordó que ella no era Jauregui y se le pasó la lentitud. Que va, si ella me ama. Será que después de todo el tráfico...

Escuchó los esperados golpecitos en la ventana, el dolor de sus brazos ya no era insoportable, razón por la cual casi pega un brinco directo a recibirla. Obviamente no le dio una de sus encantadoras sonrisas, estuvo mínimo casi cinco horas aguardando por ella y Lucy tenía que hacerse responsable de hacerla parecer más idiota de lo que se sentía.

-Hola, Vero-en cambió, la castaña la miraba con mucha felicidad y timidez mientras entraba y cerraba la ventana.

Lucy aparecía nuevamente con su ropa de dormir y el cabello hacia un lado, la misma mochila de ayer la acompañaba. Verónica frunció el ceño, conteniendo el impulso de pedirle explicaciones como una novia alterada. Ella no era de ese tipo, así eran las dramáticas, no ella. (Eso dices) Además, ellas no eran novias. Amigas. Debían de ser amigas, nunca había que olvidarlo. Lucy fue borrando la sonrisa de su rostro, mirando los ojos miel confundida mientras se mordía el labio.

-¿Qué sucede?-dejó la mochila junto a la cama.

Verónica abrió la boca ¿Qué planeaba decirle? ¿Si olvidó llegar temprano porque se quedó dormida? ¿O qué?

-¿Por qué... -dejó la pregunta colgando en el aire, Lucy pestañeó con inocencia y la latina sintió nervios-. ¿Dónde estabas? -finalmente logró decir, recordando su actitud enojada y mirando hacia un lado, sin querer mostrarse tan obvia. (Misión fallida)

-Ah, eso. Mira, fue gracioso-la castaña explicó soltando una risa adorable, volvió a sonreír mientras movía las manos-. Mamá pensaba que tal vez tenía alguna enfermedad grave, quiso hacerme tomar unas pastillas y no me dejaba en paz. Tuve que decirle que mi "enfermedad" podría ser contagiosa y terminaría enferma ella, entonces no podría trabajar en su jardín explicaba, negando con la cabeza.

Verónica quería seguir enojada, pero no pudo evitar sonreír sospechando cuál sería el resto de la historia.

-Adivino ¿Salió corriendo más rápido que Flash? -sabía que dio en el blanco al ver la diversión en los ojos cafés. (Tipo Dinah)

Rivales (Vercy)Where stories live. Discover now