Verónica prácticamente no pegó ojo en toda la noche, durmió pocas horas y era porque la mirada café dolida la seguía, cuando cerraba los párpados. Se sentía tan mal y no era lastima por la castaña, era por ella misma. Su pecho dolía al recordar a Lucy, se sentía mal era porque deseaba abrazar a la castaña. Ya listo, ahora eres una blanda. La deba vergüenza reconocer que, de hecho, así era. ¿Por qué a ella? ¿Por qué no a alguien que le caía mal, como la jirafa Hansen?
(A ella le tocará después, descuida)
Menudo chasco. Mejor era unirse al convento con Ally, si, que gran idea. Amor al fandom del Papa Francisco. Sacudió la cabeza, alejando los ridículos delirios de su mente. Terminó de arreglarse y se negaba a pasar por la cocina, donde debían de estar su madre y el novio. Llevaban meses saliendo y parecían muy enamorados. Se daban besitos, se hablaban con voces agudas y de bebés, completamente diabéticos. Verónica abrió los ojos, horrorizada. Si de casualidad resultaba que ella estaba... Enamorada de Lucy, se preguntaba si actuaría así también. Oh no, ya sería el colmo. Ni hablar, olvídalo. Aseguraba.
(Pues ella es gobernada también, así que...)
Se encontró con Camila en el aparcamiento, quiso caminar sola y por supuesto Lucy ya no estaba en casa.
-¿Cómo te sientes?-preguntó dulcemente su mejor amiga, preocupada por la salud de la latina. Verónica se encogió de hombros, sin ganas.
-Más o menos, creo-gruñó, sin ánimos de seguir con el tema -. ¿Quieres que busquemos hoy a la rarita?
Camila sonrió, conocía la táctica de la latina. Ella aseguraba querer buscar al grupo de Jauregui por ella, obviamente quería ver a Lucy.
-Si, por supuesto. Busquemos a Lauren-las mejillas de la latina se ruborizaron, entendiendo la indirecta de la castaña.
-No es por ella-los ojos chocolate la miraron escéptica, suspiró-. Vale. Necesito hablarle, me... duele. Es... incomodo, no quiero hablar-carraspeó vergonzosa, no disfrutaba hablar de sus sentimientos.
-Te entiendo-le mostró una sonrisa dulce, le dio un besito en la mejilla -. Venga, vamos a buscar a nuestras chicas-comentó, divertida.
De camino a al edificio se encontraron con Normani y Ally, se saludaron con ánimos. Camila se mostraba un poco distante con la rubia, dudando de ella. Ally lo notó, cabizbaja, le dio un abrazo a la latina. Parecía rematadamente culpable y deprimida, la latina no quería sacar conclusiones precipitadas, pero ya tenía una leve sospecha. ¿Qué hiciste, Ally? En cualquier momento les diría, conocía a la rubia como para saber que no soportaría la idea de una Camila Cabello dolida con ella, por más tiempo.
-¿Qué vamos a dónde?-la chica de piel oscura casi gritó, Camila acaba de comentar lo que harían.
-A buscar a Lauren Jauregui-explicó, con calma y nervios.
-¿Y para quieres ver a esa?-Normani arrugó la nariz, sin encontrar razón.
Camila suspiró, casi exasperada. Verónica la comprendía, dar explicaciones era irritante a veces.
-Necesitamos hacer un trabajo, somos pareja-rodó los ojos al ver a Normani frunciendo el ceño.
-¿Un trabajo?
No, un. Sándwich ¡Tú qué crees! Tenía que recordarse así misma que Normani era su amiga y la quería. Sentía desesperación por ver a Lucy, su amiga las atrasaba. Unas irremediables ganas de golpearse la cabeza contra el suelo la superaban. Unos minutos más de quejas por parte de Normani, quien chillaba porque no soportaría estar cerca de la jirafa sin jalarla del cabello, fueron en busca del grupo de raritas.
