Te odio y Te amo. (Fan-Fic de Crepúsculo)

Capítulo 33 "Epílogo"

Bueno personitas, ahora sí puedo decir que este es el último capítulo de esta historia…

Mejor pasemos a leer antes de que me ponga nostálgica, cosa que si pasara pero lo escribiré hasta el final, será algo así como la despedida de esta historia.

Este capítulo está escrito en narrado.

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Las risas de inundan la habitación, hace frío pero ella no trae sus pantuflas de banda favorita, pequeña niña que con tal solo cinco años ama el rock y el metal.

Sus labios rosas forman una enorme sonrisa, va hacerlo lo ara como lo haca cada día de la semana, solo espera el momento correcto…

Cuenta mentalmente, del número diez en descenso.

—¡MAMI, PAPI… DESPIERTEN!—. Grita la pequeña Renesmee.

Bella se levanta de un sobre salto, siente el corazón en la garganta e internamente hace una nota mental de hacerle la misma broma a su hija.

—¡¿Qué, que paso?!—. Pregunta Edward alterado, con una barba medio crecida color cobrizo que hacer verse un modelo recién levantado.

Tanto Edward como Bella se ven, son esas miradas llenas de intensidad que se dan cada mañana y que Renesmee siempre se pregunta qué significan.

—¿Cuándo dejaras de hacer eso hija?—. Le pregunta Bella, sin ánimos de saber la respuesta, claro sabe que mañana sucederá lo mismo y no quiere confesarlo, pero adora la forma tan particular de su hija para despertarlos.

—Mami, ¿Por qué papi te está viendo… ahí?—. Pregunta la pequeña, señalando los senos de Bella que apenas y son cubiertos por una camisa de tirantes blanca.

—Emmm por nada cariño, anda ve a cambiarte para que desayunes—. Ella obedece pero antes de irse le da una última mirada a Bella que esta a su vez fulminando con la mirada a Edward, que se está escondiendo bajo las sabanas.

Cuando Renesmee desaparece de la habitación, Bella por fin regaña abiertamente a Edward.

—Por el amor de Dios… Deja de verme como si fueras un adolecente precoz—. Un manotazo en el hombro es lo que recibe Edward, por su mal comportamiento.

—Lo soy Bella, el hecho de que llevemos casi seis años de casados no significa que no te desee—. Eso hace que ella olvide su enojo y lo recompensa con una sesión de besos.

—Venga aquí señor Cullen—. Él está en sima de ella, ejerciendo toda su fuerza en su virilidad, pero nada de peso sobre su cuerpo.

Los besos sigues prologándose, parecen unos chicos regidos por las hormonas, si nadie conociera su historia diría que son dos amantes, en pleno reencuentro; pero no, ellos son un respetable matrimonio, que su fuego, pasión y explosión lo demuestra en su cama.

Toma las caderas su esposa, que con el paso de los años y el embarazo se han hecho un poco más grandes y la coloca en sima suyo.

—Mmmm Edward, no podemos hoy es el cumpleaños del hijo de Alice—. Edward ignora las palabras de Bella, subiéndola más arriba para que sienta la enorme erección que tiene en este momento.

Ella sisea de placer al sentir a Edward y empiezan un vaivén aun con la ropa puesta.

Quiero todo de él y sabe que lo tiene, no hay más que su esposo no le pueda dar, pensó que después del embarazo Edward no sería el mismo con ella, pero el hecho de que el la deseara aun después de eso, que la deseara cuando ambos tuvieron momentos difíciles y que la desee ahora, es la prueba de que el amor si puede ser duradero.