Capítulo 18

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Cirian estaba muy nervioso, se detuvo frente a las puertas de cristal, nunca imaginó que su esposo daría a luz a sus hijos. Quería pedirle perdón y empezar a ser una verdadera familia, enmendar todos los daños aunque no fuera sencillo. 

Respiró profundo, se acomodó la corbata y entró al hospital. Sostenía con gran fuerza el peluche y el ramo mientras se acercaba al cuarto del hospital donde se encontraba su esposo. 

Dejo salir todos los nervios y entró con una gran sonrisa a la habitación. 

—He visto a nuestros hijos y son hermosos.

No recibió respuesta, dejo lo que traía en las manos sobre la cama y se percató que Iri no llevaba puesto el anillo que durante 3 años jamás se había retirado. Algo parecía que no iba bien pues sintió una pequeña opresión en el pecho. 

—¿En, En donde has dejado tu anillo? 

—Cirian, ¿Cuál es el punto de fingir amor?

Las palabras de Iri le habían caído como un balde de agua fría, si estaba bromeando no era para nada gracioso. 

—¿De qué estás hablando ahora, Iri? Dime qué sucede, si algo te incómoda puedo hablarle al médico....

—Sabes... —Iri fijó sus ojos en los de Cirian— Yo hui con mis bebés porque no quería que pensarás que te iba a atar con eso, la verdad es quiero darnos libertad a ambos, fue suficiente de un matrimonio en el que ambos somos infelices.

El omega sacó el anillo del bolsillo de la bata de hospital y lo puso en la mano de Cirian. El alfa no podía creer que estuviera haciendo eso, se había dado por vencido en el matrimonio al que había sido tan devoto.

—Ahora puedes amar a quien tú elijas, darle ese anillo a quien si creas que lo merece.

Iri estaba conteniendo muy bien sus lágrimas pero era suficiente, durante varios años amo a un hombre que jamás lo valoró y tampoco quería que sus hijos sufrieran desprecio. Si Cirian era capaz de aceptarlos por ser Knight, él estaba dispuesto a llegar a un acuerdo. 

—Pero yo te amo a ti, este anillo — dispuesto a volver a colocar el anillo en el dedo índice del omega— era para entregarlo al amor de mi...

— ¡Yo jamás fui nada de eso, Cirian! Ni ahora ni nunca.

El corazón del alfa se estrujaba con cada palabra que salía de la boca del omega pero no podía rendirse así de fácil, estaba dispuesto a convencer a su esposo de que esa decisión era una completa locura pero antes de que pudiera pronunciar tan siquiera una palabra el sonido de unos pasos acercándose se escuchó. Un hombre de traje y anteojos entró con unos documentos en las manos.

— ¿Qué hace Dilean aquí? Este es un momento familiar.

—Está aquí porque yo se lo he pedido.

Quería gritarle a ese abogado que se largará, no lo quería más cerca de su esposo. Lo odiaba por hacerse pasar por el padre de sus mellizos, eso no lo dejaría pasar tan fácil. 

—Siento interrumpir el momento señor Knight, pero mi cliente quería con urgencia que le entregará unos documentos y su secretaria me dijo que lo encontraría aquí, así que le hago entrega de ellos. 

Cirian tomó los papeles que Dilean le estaba extendiendo, le dio una mirada confundida y echó un vistazo a ellos. 

— ¿Qué clase de absurda broma es esta? No planeo firmar nada, los mellizos y tú me pertenecen.

—Jamás te pertenecí.

—Pues yo no planeo firmar nada, ¿me entendiste?

Iri tomó el anillo de matrimonio y se lo arrojó a Cirian en la cara; era una maldita firma lo único que le había pedido en todos estos años de matrimonio ¿por qué simplemente no se la daba? Él no lo amaba, amaba a esa beta. 

Cuando se puso en cuclillas los abuelos Knight iban entrando cada uno con un bebé en brazos. Ambos ancianos notaron la atmósfera tensa del lugar.

— ¿Qué sucede aquí?

—No es nada madre, a Iri se le cayó su anillo. Quería levantarse pero se lo prohibí.

Cirian volvió a colocar el anillo en el dedo de Iri y este solo podía sentir como aquella joya preciosa quemaba su piel, se sentía un miserable prisionero.

—Ese es mi hijo, debe cuidar bien a su esposo a partir de ahora.

El hombre se quedó absorto en sus pensamientos, mientras seguía viendo los documentos que se encontraban sobre su mesita. 

— ¿Y sobre que son esos documentos?

La suegra del omega preguntó con curiosidad al observar que ambos tenían un par de documentos. Iri observo a sus suegros y les dedico una sonrisa cálida. 

—Ah es sobre nuestro acuerdo de crianza de los niños en lo que se puede tramitar el divorcio, así podrá ser libre para casarse con quien desee. En realidad creo que le gustaba...

— ¡Me gustas tú, Iri Damsel!

Al fin sus ojos lo miraron después de mucho tiempo, su cuerpo se estremeció porque ya no reconocía más esa fría mirada. Él quería que lo volviera a ver con amor como solía hacerlo antes.

—Quieres callarte, los niños duermen y tus padres están aquí. Ya te he dicho que esto no es una negociación.

Nain Knight ya había comprendido la situación, su hijo estaba acorralado pero estaba seguro que si Iri le daba otra oportunidad podría reparar todo aunque le costará más trabajo. 

—Iri, cariño, sabes que yo pondré a mi hijo en cintura para que pueda pertenecerte, él te ama...

—Por más amigos que seamos Nain, déjame diferir en eso, lamentablemente tu hijo jamás demostró ser digno del mío así que lo único que puede hacer ahora es firmar ese acuerdo.

Lua Damsel entró en la habitación esperando convivir con su hijo pero jamás imagino encontrarse con tal escena de telenovela.  

—Dilean entrégale los documentos que he firmado.

El abogado extendió unos papeles en donde al final se apreciaba la firma por Iri Damsel. Pero el alfa ni siquiera los leyó, solo los rompió por la mitad.

—No importa cuantos de esos rompas, yo puedo firmar cientos más. Por favor, no compliques más esto y firma Cirian. 

¿Qué sentido tenía decir lo que en ese entonces no se dijo? No le interesaban sus excusas ahora, no quería escuchar lo que pudo decir, lo único que necesitaba ahora es que dejara de cortarle sus alas, que lo dejara amar a sus hijos y que Cirian cumpliera con el acuerdo.

—Ven conmigo, prometo ya no hacerte daño.

—Jamás seré tu segunda opción de nuevo.

—Yo no me reuno más con ella, ¡¿qué más quieres de mí?!

— ¿Justo ahora? Nada. Si me hubieras preguntado 3 años atrás mi respuesta hubiera sido...Que me amaras.

—Yo te amo, y a los niños, renuncia a este acuerdo y al divorcio, regresa a nuestro hogar.

Al omega le parecía irónico que llamara "hogar" al sitio donde constantemente lo humillaba y golpeaba, donde descubrió que la promesa a su suegra de serle fiel durante el matrimonio también era una mentira más.



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Perdónenme de nuevo :c tenia un plan pero todo se me estropeo porque tuve una recaída y la fiebre no se me iba, mi temperatura era muy inestable. 

Recuerden que les aviso de nuevos capítulos en mi Tiktok e Instagram escaper_haller.

Nos vemos en el capitulo 19, ya casi se acerca el final. 💛

INTER CINERESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora