ninety three

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Llegaron a un centro comercial cercano a la zona, era un lugar para tener tanto locales.


Se sentaron en el comedor público y compraron dos sundaes.

-¿Por qué faltaste a clase?- preguntó Iván.

Su acompañante comía, dudoso de la respuesta; -No sé, yo...

El lugar estaba bastante vacío, aquel lunes por la mañana. Nadie los vería si se tomaban de las manos, o si se repartían unos cuantos besos. Iván estaba ansioso por hacerlo. Pero no le parecía que fuese el momento correcto.

-Rodri, puedes contarme lo que quieras.

El castaño le miró con una expresión de tristeza inocente y habló, con su propia voz; -me gustas...- susurró.

A Iván se le aceleró el corazón, porque no esperaba escucharlo de él después de no haberlo besado. -Rodrigo...

-Yo sé que tienes novio- dijo Rodrigo en señas- pero quería que lo supieras, porque tú linda forma de tratarme me confunde, y me duele que me mires como si me amarás cuando estás con alguien más...

-Rodri, yo no...

-¡No me mientas más por favor!- respondió con movimientos bruscos y exagerados, con esa expresión que te dice; no me mires, estoy a punto de llorar.

sordera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora