ninety six

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Fuera del centro comercial habían bancas donde daba la sombra, en una de esas se encontraban nuestros protagonistas.


Se miraban en silencio, se regalaban besos y sonrisas. Iván abrazaba al castaño por la cintura, hasta que Rodrigo volteó para quedar frente a frente.

Tomó lo último que quedaba de su helado, me acercó la cuchara a Iván, quien lo comió, cuando había tragado casi todo se le acercó a Rodrigo, quien inmediatamente correspondió besándolo.

Sus labios tenían ese sabor a helado de vainilla, y se sentía tan frío el contacto con su lengua.

Así siguieron, quizá por más de media hora. No querían irse, porque de un momento a otro pensaban que podría ser una mentira.

Un sueño, del que si se iban, despertarían.

Y no quería despertar.

sordera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora