epilogue

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Nicolás tenía su propio negocio, sus propios empleados y una buena vida.


Una linda casa y amigos muy cercanos que apreciaba de verdad.

Pero esa mañana recibió un pedazo de papel que le recordó que nacer para una persona no es una bendición.

Las almas gemelas son erróneas, y se equivocan.

Abrió el sobre y tomó la invitación; ¡Nos vamos a casar!
Decía.

Con los nombres en grande de Rodrigo Carrera, e Iván Buhajeruk.

Eso sí que era una sorpresa. No el casamiento, sino el que lo invitaran.

Estaba seguro de que fue Rodrigo quien lo hizo, quien insistía en ser bueno con él.

Sonrió triste. Porque sabía que estaba mal ir a la ceremonia.
Pero también se había dado cuenta de que las almas gemelas no siempre nacen para estar juntas.

A veces sólo nacen para quedarse y darse apoyo incondicional.

Y ese era el problema.

Porque yo nací para él.

Pero él no nació para mí.

sordera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora