-Oye, ¿eres Min Yoongi?
El pelirrojo se congela en su lugar, deteniendo cualquier movimiento que requería servirse un poco de café barato en un pequeño vaso descartable porque no había desayunado absolutamente nada en la mañana y era lo único disponible en ese momento. La voz a sus espaldas era rasposa y tosca, y Yoongi se odió por haberla reconocido de inmediato.
Dio media vuelta y vio al chico nuevo allí, con su expresión usual de seriedad, mirándolo directamente a los ojos. Yoongi hizo contacto visual unos segundos y luego desvío la mirada más allá del cuerpo delgado de Jimin, al sitio donde lo había visto hace un momento hablando con Seokjin. ¿Qué hacía ahora aquí?
-Sí, soy Yoongi -respondió, girando un poco hacia la mesa para volver a su tarea de servirse un poco de café, pero aún atento al pelinegro-. ¿Necesitas algo?
-De hecho sí -su tono de voz parece suavizarse por un momento, pero se nota tenso. Yoongi deja el termo sobre la mesa y da un sorbo al café, Jimin hace un mohín-. ¿No le pondrás azúcar a eso?
-El azúcar es veneno.
-La cafeína también es veneno -dice, obviando el hecho, haciendo que Yoongi lo mirase a los ojos otra vez.
-Bueno, si nos pondremos a conversar sobre los diversos tipos de veneno que consumimos todos los días podría llevarnos horas. Yo prefiero el café, ¿y tú?
El ceño de Jimin se frunce, y ahora el ambiente entre ellos pasó a ser más tenso. El comentario sarcástico de Yoongi claramente lo ofendió, y el mayor se dio cuenta.
-Para ser amigo de Seokjin eres bastante grosero.
Pero Yoongi solo se encogió de hombros.
-Eso dicen. ¿Entonces qué querías?
Jimin ya no parece tan decidido a tener esta conversación, sin embargo se cruza de brazos y mira hacia otra lado con desinterés mientras habla.
-Seokjin me dijo que buscara alguien del grupo que quisiera ayudarme, ya sabes, con esto de la adicción y demás -sus ojos vagan por el lugar, mientras Yoongi lo observa con intranquilidad. Comenzaba a sospechar por donde iban las palabras que el pelinegro decía-. Pero debe ser alguien que lleve más tiempo aquí que yo. Y según él, que sea cercano a mi edad para entendernos mejor, o algo así.
Una vez más, Yoongi mira a Seokjin a la lejanía. Este está conversando con Jaehyun, pero sabe que Yoongi se encuentra mirándolo filosamente, así que evita devolverle la mirada.
-Tú pareces alguien joven, al menos más joven que cualquiera de este lugar -sus ojos volvieron al pelirrojo, escaneando rápidamente su vestuario informal de jeans rasgados y camiseta blanca lisa-. Así que te lo preguntaré aunque no me caigas muy bien -Jimin suspira, como si hacer esta petición le costara demasiado y luego Yoongi se tensa-. ¿Serías mi padrino?
Apadrinar a los nuevos en el grupo era un acto común y de buena fé. Es una muestra de apoyo y acompañamiento que muchos necesitan al iniciar la etapa de abandonar la adicción. Tener a alguien con experiencia que te ayude a orientarte, que de consejos, y quizá hasta se vuelva un buen amigo. Eso necesita Jimin ahora.
La cosa es que Yoongi no esperaba dicha propuesta.
Sus delgados labios se entreabrieron. Una incomodad si instaló en él, haciendo que soltara una risa corta, seca y nerviosa. Esto no podía ser peor.
-Lo siento, amigo, no soy la persona adecuada para apadrinar -dijo, volviendo a probar del café, éste ahora se sentía más amargo que de costumbre.
-¿Eh? Pero Jin dijo que me ayudarías.
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Broken | yoonmin
FanfictionCuando Yoongi creyó que su vida finalmente había encontrado un equilibrio y los fantasmas del pasado fueron superados, un muchacho pelinegro, tembloroso, y delgado, llegó a él con una simple pregunta para cambiarlo todo: "¿Serías mi padrino?" - Stra...