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—¡Felicidades, Jimin ssi! —exclamó Jaehyun, el coordinador, dándole unos golpecitos en la espalda. Seokjin también sonreía y le daba una mirada a Namjoon, quien estaba a un lado de la puerta con una pequeña sonrisa de orgullo. Mientras toda la sala se llenaba de aplausos para Jimin tras recibir su medalla.

Para acelerar el proceso y no pasar más vergüenza Jimin hizo una inclinación un poco torpe y apresurada hacia el frente y luego volvió a su lugar. Jungkook, que sonreía de oreja a oreja, fue el primero en colgarse de sus hombros para felicitarlo juguetonamente.

-¡Tú primer medalla, hyung! ¿Puedo verla? A mi solo me dieron una insignia -sin esperar respuesta tomó entre sus dedos la medalla que aún colgaba del cuello del pelinegro para husmearlo.

-No es para tanto... -murmura, poniendo los ojos en blanco. Aunque sentía cierta sensación de satisfacción en su pecho.

Sentado a su otro lado, un pelirrojo traía una sonrisa divertida en su rostro.

-Estás sonrojado.

-No es cierto -Jimin frunce el ceño, pero escucha la risa ronca de Yoongi quien parece entretenido por verlo pasar vergüenza.

-Tienes las mejillas tan rojas...

-Cierra la boca -Jimin finge que lo ignora y mira hacia otro lado, mientras Jungkook sigue inspeccionando el material de la medalla. Intentando disimular, lleva una de sus manos a su rostro y lo siente caluroso.

Maldición, piensa.

-¿Qué decías? -Yoongi sigue mirándolo, y ahora hasta las orejas del pelinegro se tornan rojas-. Oye, cálmate o comenzará a salir humo de tu cabeza.

Ante la discusión, Jungkook alzó la mirada para comprobar que su mejor amigo, efectivamente, estaba sonrojado.

No puede evitar reírse también de este evento casi imposible de ver.

—Jimin hyung, ¿Por qué estás rojo? —dice con sorpresa.

Mierda, quería que la tierra se lo tragara.

—Mira por la ventana a ver si cae un rayo —Yoongi continua burlándose, y Jungkook se alía a él.

—Es la primera vez en toda mi vida que lo veo avergonzarse, este hyung era de todo menos tímido -Jungkook lleva una mano al rostro de Jimin para tocar sus mejillas, pero el pelinegro se la aparta de un golpe-. ¡Ah! ¿Por qué?

—Déjame en paz —se queja Jimin, frunciendo el ceño.

—Qué fastidioso —murmura Jungkook—. Mejor inténtalo tú, Yoongi hyung. A Jimin le encantaría que lo toqu-... —otro golpe, esta vez en el pecho. Jungkook inmediatamente cierra la boca y se lleva una mano a la zona. Enfrentando la mirada de muerte de Jimin.

—¿Que yo qué? —Yoongi alza una ceja.

—Intenta tocarme un pelo y te golpearé tan fuerte en las pelotas que no podrás tener hijos en toda tu vida -advierte Jimin.

Pero lejos de sentirse intimidado, Yoongi mantuvo su serenidad y volvió a reírse.

—Felicitaciones por los sesenta días, Jimin-ah —le dijo, antes de apartar sus ojos de Jimin finalmente para volver a prestar atención al resto de la ceremonia.

Jimin lo mira de reojo y balbucea un inaudible "Gracias" antes de mirar hacia el frente. Un segundo después su ceño se afloja y luego vuelve a sentir que su rostro está acalorado.

Cuando todo termina Namjoon tiene la idea de ir a almorzar. Yoongi, que estaba de cuclillas sobre el cicloparqueadero para quitarle el seguro a su bicicleta, es sorprendido por Namjoon cuando lo invita a almorzar con ellos.

Broken | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora